Sargentos y suboficiales en huelga volverán a protestar en las calles de La Paz el viernes en demanda de igualdad de derechos y oportunidades en las Fuerzas Armadas, tras la decisión del alto mando de expulsar a 702 uniformados por sedición.
«Es una masacre que empeorará la situación, pero vamos a seguir adelante», dijo el suboficial Freddy Sujocayo, uno de los líderes de la protesta.
Se espera una nueva marcha callejera y protesta frente del Ministerio de Defensa, anticipó Sujocayo. La víspera más de un millar de militares descontentos marcharon por las calles con uniforme camuflado pero sin armas, lo que precipitó los despidos por «sedición», «motín» y «acción política» que «mella la dignidad de las Fuerzas Armadas», según un comunicado del cúpula castrense.
«La discriminación no es pretexto para la sedición y promover un intento de golpe de Estado», dijo el jueves en la noche comandante en Jefe, Almirante Víctor Baldivieso.
«No estamos armados, nuestra protesta es pacífica, no buscamos un golpe de Estado y no hay delito de sedición», dijo Sujocayo.
Esta es la primera huelga en las Fuerzas Armadas. Los insubordinados dicen que los oficiales de rango superior tienen trato preferente en estudios y en condiciones laborales, lo que para ellos es discriminatorio porque va contra la constitución que consagra un Estado Plurinacional con igualdad de derechos para todos.
El presidente Evo Morales evitó hasta ahora referirse a la huelga. De la protesta participan un grupo de esposas de los militares rebeldes que mantiene una huelga de hambre.
