Para recordar: “…pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro” (Daniel 12:1)
Nuestro título no tiene nada que ver con el “Decreto de guerra a muerte” pronunciado por el Libertador Simón Bolívar, en Trujillo, el 15 de Junio de 1.813, el cual estaba dirigido especialmente a los españoles y canarios y que los americanos serían perdonados, aún cuando fueran “culpables”.
Entre algunos decretos de muerte que se mencionan en la Biblia, están: 1) Trabajo forzado hasta “morir”, para los Hebreos en manos de los egipcios en la época de Moisés. 2) El del Rey Asuero (479 a.C.), quien mandó matar al pueblo Judío, en época de Mardoqueo y la reina Ester. 3) El Rey Nabuconodonosor (603 a.C.), decreto la muerte al profeta Daniel y sus amigos; todos por ser leales a Dios y obedientes a sus Mandamientos.
La historia revela la persecución fatídica a los primeros cristianos, por parte de los romanos. Más tarde, la cruel inquisición (propiciada por la Iglesia Católica) para con todo el que hablara o estuviera en contra de dicha iglesia, aún por cargar una Biblia consigo.
Nuestro título obedece a la gigantesca escasez o desabastecimiento y mala administración que vive nuestro país, aspectos que no aceptan los gobernantes actuales. Presuntamente, hay muchas personas que están por morir o han muerto, por falta de medicamentos. Y el mismo comentario, es válido por la mala alimentación.
El presidente Maduro reconoció en cadena nacional (el 10/04/14) que en nuestra nación hay 40% de obesidad ¡Eso es una mala noticia para la salud y la calidad vida de la población!
En el marco de la escasez, tomamos del periódico El Siglo: “Hay dos cosas que las personas no pueden dejar de adquirir: Comida y medicinas…” (10/01/14, http://www.elsiglo.com.ve/article/68700…).
Desde la fecha de la publicación citada, en Venezuela, por falta de correctivos, aumentó la escasez en medicamentos, relativos a: Tratamientos hormonales, hipoglicemiantes, laxantes, anticonvulsivantes, antimicóticos, cardio-respiratorios, antinflamatorios, antiperéticos, antineoplásicos y para enfermos renales, entre otros. Entonces, si estos medicamentos no se encuentran ¿no se está decretando la muerte, en Venezuela, a los pacientes que los necesitan? Ni hablar de la falta de dotación hospitalaria, quirófanos y equipos médicos.
La profecía de apocalipsis 13, habla que un poder llevará la marca de la bestia. ¿Algunos gobiernos actuales no estarán haciendo una antesala de este hecho? El que no esté con ellos, no podrá comprar o vender, de lo contrario se decreta su muerte; especialmente a los que guarden los mandamientos de Dios y tengan la fe de Jesús (Ver Apocalipsis 14:12).
E. de White dice: “Sucesos extraordinarios han de ocurrir pronto en el mundo. El fin de todas las cosas está cercano. Si el pueblo de Dios pone su confianza en el Señor y por fe depende de su poder, los ardides de Satanás serán derrotados en nuestro tiempo tan notablemente como en los días de Mardoqueo”. Incluimos a Moisés, Esther y Daniel (Eventos de los últimos Días, cap.18). Por ello, Dios le dijo al profeta: “…pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro (de la vida)” (Daniel 12:1).
www.ventanabiertalmundo.jimdo.com