¿Volver a la calma?
“Si se mantienen en mi Palabra, serán verdaderamente mis discípulos, y conocerán la verdad y la verdad les hará libres”.
Jesús de Nazaret.
Asombrosa la actitud de algunos venezolanos y de otros tantos líderes, sobretodo, de países vecinos, ante los problemas que destrozan al país que fue denominado “Tierra Mágica… Tierra de Gracia”.
Se debe admitir la realidad; sólo así se resolverán los problemas. La solución no es satanizar, descalificar o execrar a quienes alertan, constante e insistentemente, sobre los efectos que tienen las políticas ecológicas, sociales y económicas desfasadas, erráticas y, presuntamente, inconstitucionales, que se ha pretendido imponer al pueblo cuyos genes se adaptaron a la libertad y a la democracia.
¿Puede definirse como calma normal a las siguientes situaciones?
Toque de queda impuesto por la delincuencia que ha dejado registros de más de 24.000 personas asesinadas/por año; más de 200.000 muertes violentas en el lapso de 14 años, o a la impunidad ante la creación de colectivos armados (¿Han visto el documental: “El Palestino”?).
Inquilinos que no cancelan los cánones de arrendamiento; se apropian de los inmuebles y los destruyen, violando, flagrantemente, derechos de propiedad; por ejemplo, el de ancianos que arriendan su único patrimonio buscando obtener los ingresos monetarios necesarios para adquirir sus medicamentos, sufragar sus gastos médicos y/o adquirir los alimentos necesarios para su subsistencia. Situación que, presuntamente, les causa ataques de pánico que aceleraron su muerte.
Invasiones de unidades de producción agropecuarias; expropiaciones sin sentencia firme, sin que se haya demostrado utilidad pública o interés social y más aún, sin pago oportuno de justa indemnización, todo en flagrante violación a la protección garantizada por la Constitución Nacional a las familias que, por generaciones, como asociación natural de la sociedad y como espacio fundamental para el desarrollo de las personas dedicaron su vida a fundar un sistema integral de producción de comida.
Dádivas que son migajas ante la corrupción de algunos funcionarios que no han podido demostrar el destino de 25.000 millones de $, otorgados en pocos meses. En 5 años se invirtieron en el Plan Marshall 20.000 millones de $ y, se recuperaron 16 países europeos que habían sido destruidos durante la II Guerra Mundial mientras se desmoronaba la economía rusa.
Desabastecimiento justificado con el contrabando; resultante del fracaso económico, causa de la mayor inflación del continente, que ha depreciado nuestra moneda empobreciendo a los más pobres.
Imposición de un sistema inconstitucional rechazado.
Supuesta destrucción de Pdvsa.
Silencio impuesto a los medios de comunicación, especialmente a la prensa escrita, obviando que “Todos somos EL IMPULSO”.
La RIL es una organización de pensamiento plural demostrado, que agrupa al talento necesario para superar la crisis. Y… ¡Estamos dispuestos a lograrlo!