Primero conoció la obra y años después al autor. Así recordó Mario Vargas Llosa cómo fue relacionándose con su examigo, el célebre novelista colombiano Gabriel García Márquez, fallecido el pasado jueves en México.
«Un día en la Radiotelevisión francesa, donde yo trabajaba, recibí un libro de un escritor colombiano que yo no conocía traducido al francés que me pidieron que comentara y es lo primero que yo leí de García Márquez, `El coronel no tiene quién le escriba»’, dijo el escritor peruano a periodistas el lunes por la noche, tras una actividad pública en Lima.
Vargas Llosa vivió parte de la década de 1960 en París y según relató en diversas ocasiones, durante las mañanas escribía y en las noches conducía un programa radial de cultura donde también entrevistaba a novelistas, poetas y artistas plásticos.
«A mí me gustó muchísimo la novela y así descubrí que había un escritor colombiano pues novedoso y en Francia el libro tuvo mucho éxito», añadió. García Márquez escribió su famosa novela corta en París entre 1956 y 1957.
Pero fue recién en 1967 cuando ambos escritores coincidieron en Venezuela.
Vargas Llosa comentó luego: «A él lo conocí muchos años después en Caracas cuando yo recibí el premio Rómulo Gallegos, nos conocimos en el aeropuerto de Caracas, llegamos los dos al mismo tiempo para asistir a un congreso literario».
El jueves Vargas Llosa envió desde la andina provincia peruana de Ayacucho, donde se encontraba de paseo, su pésame a la familia de García Márquez tras la muerte del colombiano en su residencia de México.
La fuerte amistad de Vargas Llosa y García Márquez se rompió en 1976, cuando el peruano le asestó un puñetazo en la cara al colombiano en México. Ninguno explicó el motivo de la rencilla, pero la mutua admiración literaria permaneció