En el habitual recorrido por los diferentes mercados, supermercados y otros establecimientos que comercializan alimentos, se pudo constatar que la distribución de los productos es irregular y que varía, dependiendo del insumo, entre unas semanas o un mes para cada despacho.
Al parecer, la existencia de los productos ha mejorado, sin embargo, la distribución no es constante. Los periodos, por prolongados, fomentan las colas de los usuarios y no abastece a todo aquel que lo necesite.
Así lo dieron a conocer responsables de los diferentes comercios y consumidores de los productos de primera necesidad. Los usuarios comentaron que sus recorridos por los establecimientos se extienden por días, procurando satisfacer la lista de compras necesarias. Ovilda Jiménez, residente de la urbanización Los Libertadores, al este de Barquisimeto, explicó que los productos que más busca y que le aumenta las incomodidades son la harina de maíz precocida, el papel higiénico y el aceite.
Explicó que recorre parte de la ciudad siguiendo rumores de familiares, vecinos o amigos, quienes suministran información del lugar donde estén vendiendo el bien. Por su parte, Doria Pacheco, de la urbanización Patarata, explicó que el desinfectante para el piso escasea en las últimas semanas, tiempo en el cual lo ha buscado sin conseguirlo, «tendré que echar cloro y algo más, para que quede un olor», explicó, sobre su solución.
Elena Cruz, oriunda de Colombia pero con muchos años viviendo en Los Cerrajones, al oeste de la ciudad, explicó que aprovechó una cita médica en el centro de Barquisimeto para buscar un kilo de café que «no se encuentra por donde vivo, al igual que la azúcar, la leche, el aceite, el desodorante y el champú».
Los dueños de establecimientos también mostraron su preocupación por la irregularidad del despacho. Sin identificarse, explicaron que productos como la harina de maíz llega una vez por semana, al igual que la leche y, productos como el papel higiénico y el aceite comestible a veces llega una vez por mes.
Distribución preferencial
Comerciantes medianos y pequeños presumen que organismos oficiales encargados de la distribución de dichos bienes, prefieren dirigir la mercancía hacia los supermercados o hipermercados con el fin de evitar una supuesta desviación de productos; de allí que no se consigan los alimentos en abastos populares.
Por otra parte, usuarios como Anabel Hernández, indicó que el dinero no les alcanza para conseguir los productos que necesitan, «tenemos que hacer de tripa corazón».