La protesta sigue activa en el este de Barquisimeto. Las calles de Fundalara y Santa Elena amanecieron bloqueadas con desechos el domingo, tras la intensa jornada de represión que se desató la noche anterior en la avenida Lara.
Vecinos de ambas urbanizaciones tiraron desechos y levantaron alcantarillas para resguardarse de la Guardia Nacional Bolivariana, la cual amenazó de aplicar la fuerza desmedida contra las residencias.
Ayer, a primera hora, el Instituto Municipal de Aseo Urbano de Barquisimeto (Imaubar) retiró las barricadas de los mencionados sectores y ajustó las tapas de los desagües. Los habitantes colaboraron en el operativo de limpieza.
Elizabeth Sequera, de Fundalara, hizo un llamado al cese de la violencia. Su sector no ha sido el más afectado por los enfrentamientos. Sin embargo, lamenta que niños y adultos mayores estén expuestos a gases y detonaciones.
Teme que pueda desbordarse el conducto que atraviesa la avenida Capanaparo de Fundalara, como sucedió a finales de 2013.
“En octubre se desbordó el canal y perdimos algunos enseres con las lluvias. Si lanzan basura puede colapsar otra vez”, advirtió.
No obstante, el presidente de Imaubar, ingeniero Miguel Rojas, anunció esta semana que seguirán con el despeje de quebradas, antes de la temporada de lluvias.
Otra vecina del sector que reservó su identidad sostuvo que la “guarimba” también causa molestias en la oposición porque acentúa el caos vehicular.
“Cierran todos los accesos y es imposible pasar de una cuadra a otra. Hasta nos tiran basura personas ajenas a la urbanización”, declaró.