La sociedad civil, con el apoyo del movimiento estudiantil, recorrió ayer las calles de Barquisimeto con la Caravana por la Reconciliación.
Se trató de una jornada creativa que no olvidó las tradiciones de la Pascua.
Ayer, Domingo de Resurreción, pidieron a Dios por la paz y la democracia en Venezuela.
La protesta en memoria a los caídos tomó los extremos Este y Oeste de la ciudad.
Los vehículos cargaron cruces y ataúdes, hechos en casa, con los nombres de los 42 fallecidos en las jornadas de calle contra el Gobierno de Nicolás Maduro.
Cada urna guardaba las historias de Bassil Da Costa, Robert Redman, Geraldine Moreno y el resto de las víctimas de la violencia, explicó la líder estudiantil Alejandra Juárez, de la Universidad Fermín Toro.
Asimismo, recordaron a los 24.753 venezolanos muertos en manos de la violencia en 2013.
Llevaron banderas y pancartas con frases para la reflexión.
“No hay comida ni medicinas, pero sobran las balas”, “Cuando el miedo muere nace la esperanza” y “Guardia Nacional ¿qué pensará Dios de ti?” eran los mensajes que alzaban jóvenes, adultos y abuelos.
Familias enteras salieron del paseo Juan Guillermo Iribarren a las avenidas Libertador, Florencio Jiménez, Pedro León Torres y Venezuela.
Hasta hacer una parada en la Lara con Leones.
El recorrido cerró en la Plaza La Libertad, donde más ciudadanos se ganaron al llamado de conciencia.
“Todos los días se suman más peticiones a la protesta. Seguimos reclamando por la inseguridad, el desabastecimiento.
Es mentira que faltan artículos de lujo solamente. Tengo una bebé pequeña y no consigo pañales o leche”, expresó Clara Parada.
El joven Raúl Ocaña agregó que el clamor popular es por una mejor calidad de vida.
“Salimos pacíficamente, eso es lo que más teme el Gobierno, ver a la gente de oposición organizada. No hacemos cosas desmedidas como ellos”, comentó.
La señora Carmen de Roberti dijo que el descontento no termina con el diálogo.
“Nuestra generación le debe a los jóvenes un futuro mejor. El Gobierno debe ser pluralista.
Es necesario abrir el frente del diálogo pero no albergo muchas expectativas”, declaró.
Por otra parte, Caterina Adarfio indicó que la Caravana por la Reconciliación sirvió para tocar los corazones de la gente.
La traición tuvo rostro político
Como es tradición, la quema de Judas tuvo rostro de líder político.
Para los venezolanos es un ritual filtrar su condición ideológica en el cierre de Semana Santa. Ocurre desde los tiempos de Américo Vespucio.
Más de un muñeco de trapo con el rostro de Nicolás Maduro ardió en llamas en aquella manifestación.
“En la historia bíblica, Judas es recordado como el traidor, por esta razón en la quema escogimos al presidente y los “enchufados” del Gobierno”, dijo la líder estudiantil, Iraibi Rodríguez, de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado.
A un año de la llegada de Maduro al poder, las personas demostraron su rechazo al sucesor de Chávez con ese acto popular, donde incendian a un muñeco de trapo.
“Maduro no fue el único Judas. Cada quien pudo poner a quien consideraba el más traidor del país.
Desde los que destrozaron la economía del país hasta los que implementan la consulta educativa del pensamiento único”, explicó la integrante del movimiento de Guaras por la Libertad, Miriam Castro.
La concentración se prolongó la mañana y tarde del domingo entre consignas originales, cornetazos y discursos alentadores.
En el día, el encuentro resultó pacífico, no se reportaron casos de agresión ni enfrentamientos con los cuerpos de seguridad.