Cadena perpetua o pena de muerte

El diputado pesuvista “Amoroso”, expresó que la diputada María Corina Machado merecía la cárcel de por vida o la pena de muerte, si viviese en un país donde se aplicasen estas penas. ¿Qué tal semejante demostración de “diálogo”?
Considero que esa expresión sí debe ser motivo de juicio; pues constituye delito de instigación a delinquir, máxima expresión de odio y es además una aberración bochornosa, en cuanto es dirigida a una ilustrísima dama, no sólo culta, inteligente, preparada, valiente, luchadora insigne, ejemplo de virtudes y quien es orgullo nacional.
Por favor, señores del PSUV: ¿Existe entre ustedes alguna dama con tan elevados valores? Respeten, por favor. Además, creo que la inmensa mayoría de ustedes no comparte tanta crueldad y salvajismo. Considero y es a todas luces bien claro que la insigne diputada no incurrió en ninguna falta. Se le acusa de haber violado los Art. 149 y 191 de la Constitución, pero la diputada María Corina Machado no desempeña ni desempeñó en Panamá ningún cargo público y defenestrarla de su curul es un ilegal y flagrante abuso e irrespeto al mandato mayoritario del pueblo, que la eligió diputada.
Todos los venezolanos nos sentimos indignados ante insólitos abusos y apoyamos a los heroicos estudiantes que han entendido la trágica realidad del más nefasto régimen en la historia de Venezuela, el cual ha sepultado las esperanzas y los sueños de nuestros jóvenes, quienes no avizoran un futuro promisor en nuestro país; pues este “proyecto” totalitario comunista que además es inviable, sólo exhibe incapacidad, mediocridad, ineficiencia y sectarismo.
El común denominador de este régimen se impuso; pues el susodicho personaje o héroe de la rovolución es premiado como presidente de la comisión de la Asamblea Nacional que escogerá los nuevos magistrados del TSJ, CNE y otros poderes.
Pero, en contraposición, la diputada María Corina Machado es aclamada fervorosamente en el parlamento del principal país Latinoamericano con una ovación de más de dos minutos, todos unánimemente de pie; pues de este lado está la capacidad profesional, intelectual y gerencial para salir de este atolladero y conducir el país por caminos de progreso.