El Movimiento Estudiantil, Juventud Activa y Protestarte realizaron una protesta pacífica en el monumento de El Obelisco, desde donde hicieron un llamado a humanizar las muertes violentas y comunicaron su visión de país.
La actividad inició a tempranas horas de la mañana, cuando un grupo de jóvenes se apostó en la emblemática estructura y colocó cruces a su alrededor como representación de la violencia del país. Posteriormente elevaron oraciones y reflexionaron sobre la situación política, económica y social de cara al futuro del país.
“Hicimos esta protesta con la intención de humanizar las 202 mil muertes suscitadas en nuestro país durante los últimos 15 años. No se puede hablar de violencia a través de cifras sino con nombres, para que realmente nos duela la partida repentina de cada venezolano”, declaró el estudiante Caleb Pineda.
“Escogimos el oeste porque ha sido el sector más golpeado de nuestra ciudad, donde a diario se reportan altos índices de criminalidad. Nosotros merecemos un mejor futuro y vivir en un país repleto de oportunidades y esperanzas”, continuó el joven.
Al consultarle sobre la posible asistencia de los estudiantes en una mesa de diálogo con el Gobierno Nacional, respondió que el Estado debe cumplir con una serie de exigencias.
“Si el gobierno quiere hablar con nosotros, debe hacerlo en cadena nacional y con presencia de la Iglesia Católica como ente mediador en el conflicto. Además que se de apertura al proceso de liberación de detenidos y desarme de grupos armados afectos al oficialismo”, subrayó.
Reflexión y oración
La hermana Lorena Perata, estuvo acompañando a los jóvenes en la actividad, en ocasión de elevar oraciones para el cese de la violencia en el país.
“Debemos reflexionar en este Viernes Santo, la Pasión de Cristo, quien fue crucificado y condenado injustamente. Nuestros jóvenes también se sienten crucificados por la violencia. Por eso es necesario darle un sentido redentivo a las muertes violentas y reflexionar sobre cómo podemos evitar que sucedan más crímenes”.
Asimismo, Perata opinó que la Iglesia Católica debe tener una participación más activa en el conflicto en función de velar por los Derechos Humanos.