Desde las seis de la tarde, los vecinos de la parroquia Sagrada Familia, Santuario del Nazareno, en la urbanización Los Rastrojos, Cabudare, se congregaron en la iglesia para ofrecer un emotivo y tradicional acto de fe que involucra a toda la comunidad.
Tras una novena y la santa misa, la figura del Nazareno salió sobre los hombros de varios feligreses que cargaban la imagen en señal de agradecimiento. Los vecinos esperaban dentro y fuera del templo, algunos pagaron promesas vestidos de morado como la imagen y otros vistieron de igual forma a los más pequeños del hogar. Agradecieron la buena salud y casos en los cuales algún enfermo se ha recuperado.
La tradición del pueblo se observa en los rostros de quienes comparten la ruta del viacrucis con el Nazareno. Una banda del lugar acompañó la salida de las imágenes a las afueras de la iglesia, mientras los creyentes portaban velitas para alumbrar el camino.
El Nazareno emprendió el recorrido junto a varias imágenes que también descansan en el templo. La Dolorosa, San Juan de la Cruz y las tres Marías lo acompañaron a lo largo del recorrido. Un lento vaivén estableció el ritmo de la procesión, mientras algunas lágrimas se dejaron ver en los rostros de los feligreses.
Entre los presentes se escucharon los testimonios de fe. Una de las vecinas llevaba a su nieta en brazos, con un vestidito morado como el Nazareno, señaló que se trata de una tradición familiar. Su madre confeccionó el traje hace 33 años, sus hijas lo usaron, al igual que sus dos nietas. Otro de los presentes contó cómo realiza el recorrido desde niño: primero a un lado de la mesa del Nazareno, para luego, a los 16 años, ir con el grupo de cargadores que organiza la procesión. En la actualidad no ha dejado de acompañar a la imagen en ninguna oportunidad, espera seguir e incentivar a los jóvenes de la parroquia, con el fin de establecer el grupo de relevo que se encargará de perpetuar el viacrucis en la comunidad.
En esta oportunidad, año jubilar 150 de la parroquia, el recorrido se extendió, por lo cual la peregrinación abarcó ambas partes del pueblo.