El magnífico sabor de la carne a la brasa tiene un precio. Al cocinar a temperatura intensa cualquier tipo de carne, ya sea de res, cerdo, pescado o aves, se liberan unas sustancias químicas llamadas aminas heterocíclicas e hidrocarburos aromáticos que son dañinas para la salud.
Estas sustancias causan cambios en el ADN que pueden aumentar el riesgo de cáncer, sobre todo de colon. Pero un grupo de investigadores de la Universidad de Oporto (Portugal) ha encontrado la forma para resolver el problema de una forma sencilla: añada cerveza.
Marinar la carne con cerveza no solo mejora el sabor sino que detiene la formación de las sustancias tóxicas. Las aminas se forman cuando la grasa y los jugos de la carne que se asan directamente al fuego gotean en el fuego y producen llamas. Estas llamas contienen HAP que se adhieren luego a la superficie de la carne.
Los hidrocarburos aromáticos policíclicos se pueden formar también durante el proceso de ahumado por el que pasan alimentos tan consumidos como el salmón.