El gobierno y la coalición opositora sostuvieron el martes un segundo encuentro en el que definieron algunos lineamientos del que será el plan de trabajo para un diálogo que ayude a resolver la crisis social y política que se ha prolongado más de dos meses y ha dejado al menos 41 muertos.
Una delegación del gobierno, encabezada por el vicepresidente Jorge Arreaza se reunió en privado por casi cuatro horas con representantes de la Mesa de la Unidad Democrática, grupo que aglutina a los opositores, para debatir, entre otros temas, las fechas y plazos de instalación de las diferentes comisiones del eventual proceso de diálogo.
Esta es la segunda reunión formal que tienen el oficialismo y la oposición desde que se iniciaron las protestas en Caracas y otras ciudades del país.
Ramón Guillermo Aveledo, secretario ejecutivo del bloque opositor, expresó que el nuevo encuentro «no sólo nos permitió avanzar en el compromiso de crear grupos de trabajo, los que sean necesarios para avanzar en el estudio y en la preparación de decisiones sobre las distintas materias, sino que además nos permitió adelantar un poco ya en algunos contenidos sustantivos de acuerdo», sin dar detalles.
Aveledo indicó que además se acordó ratificar en el seno de la Asamblea Nacional «los comités para el examen de las postulaciones» de nuevos magistrados del Tribunal Supremo de Justicia y directivos del poder electoral.
«La aspiración que compartimos los representantes del gobierno y nosotros… de que ese proceso pueda culminar en una elección… de magistrados al Tribunal Supremo idóneos, que puedan ser elegidos de acuerdo a lo que dice la constitución con el voto de las dos terceras partes de la Asamblea Nacional», dijo el dirigente opositor tras una reunión que se prolongó casi cuatro horas.
Destacó que también se lograron avances en torno a la creación de una Comisión Nacional de la Verdad.
Como «sabemos, hemos venido planteando una comisión de la verdad independiente de los poderes públicos», que son vistos como favorables al gobierno, «y el gobierno venía planteando una comisión de la verdad legislativa (donde es mayoría). (En su lugar) hemos convenido una comisión de la verdad amplia, que no sea solamente legislativa… con personalidades de la vida nacional conocidas, que sean confiables para todo el mundo; porque nos interesa a todos que las conclusiones de la Comisión no sean válidas para una parte del país y automáticamente rechazada por la otra», señaló.
Aspiran que sus conclusiones «puedan contribuir a traer la paz, la tranquilidad, el sosiego, un clima que queremos generar todos en el país», agregó.
«Tenemos dos asuntos además en los que avanzamos, pero tienen que ser incluidos en futuras reuniones», indicó.
Durante esta reunión, que se realizó en la sede de la vicepresidencia, la coalición opositora insistió en una ley de amnistía, que ha sido una de sus banderas en el proceso. Los delegados opositores presentaron una lista con un centenar de personas que consideran «presos políticos» que podrían beneficiarse de una posible ley de amnistía.
Entre los incluidos en la lista está Leopoldo López —dirigente de Voluntad Popular, que permanece detenido desde el 18 de febrero en una cárcel militar en las afueras de la capital— señalado de promover acciones violentas durante una protesta callejera.
Al respecto Aveledo comentó que los opositores «hemos propuesto la ley de amnistía, eso no ha sido aceptado por lo pronto, pero vamos a buscar otros caminos y vamos a explorar juntos la existencia de esos otros caminos para abordar esos temas que son para nosotros y todo el país temas muy importantes».
Agregó que «este diálogo al cual nos hemos atrevido unos y otros con responsabilidad venezolana, no es sencillo para nadie; pero estamos dispuestos y así ha quedado demostrado hoy al ver las posibilidades a encontrar ventanas, a encontrar caminos y tratar de construir juntos caminos de solución».
El gobierno y la oposición continuarán los diálogos la próxima semana. En esta segunda reunión, al igual que la semana previa, asistieron como testigos de buena fe los cancilleres de Colombia, Ecuador y Brasil, y el nuncio apostólico en Venezuela.
El vicepresidente Arreaza saludó que «uno de los primeros acuerdos con la representación de la oposición es el respeto pleno a la Constitución y a la República Bolivariana de Venezuela, el rechazo y condena a la violencia, venga de donde venga».
El alto destacó que la segunda reunión se «llevó en buenos términos, con respeto, con tolerancia. Debatimos respetando el derecho de palabra del otro. Vamos avanzando de manera positiva».
El vicepresidente informó, además, que se acordó establecer una junta médica para que revise situación de salud de Iván Simonovis, un ex jefe policial por el que la oposición ha mantenido una intensa campaña para lograr su liberación debido a que padece severas afecciones de salud.
Simonovis fue condenado en 2009 a 30 años de cárcel por los delitos de «complicidad necesaria en la ejecución de homicidio calificado, consumado» en las muertes de manifestantes pro-oficialistas que ocurrieron en medio del fallido golpe de abril de 2002.
Aveledo comentó que eventual liberación apuntaría «ir generando un clima positivo, un clima de mutua confianza, un clima que no busque olvidar el dolor de nadie, que no pretenda ignorar el dolor de nadie».
Aunque el encuentro desde un principio se esperaba que fuese meramente para establecer una metodología de trabajo, Delsa Solórzano, integrante de la comisión de enlace de la oposición, afirmó que de no llegarse a acuerdos el proceso de diálogo podría peligrar.
«Es una reunión de trabajo para establecer plazos y fechas de instalación de las comisiones, para establecer en qué medida y cómo vamos a lograr los objetivos, y si el gobierno no quiere eso simplemente no hay diálogo», dijo Solórzano a The Associated Press por teléfono antes del encuentro.
El presidente Nicolás Maduro se ha mostrado optimista ante el posible proceso de diálogo y dijo en una entrevista en el diario local Últimas Noticias: «Si logramos que la oposición venezolana llegue al convencimiento de que debe respetar la Constitución y al chavismo como fuerza mayoritaria con su proyecto político, sería un gran avance en el fortalecimiento de la democracia».
Por su parte, el líder opositor y excandidato presidencial Henrique Capriles ha dicho que el futuro del proceso de diálogo depende del ejecutivo, y declaró a la prensa que es necesario que el gobierno dé «señales». «El país está muy escéptico del diálogo porque ha pasado mucha agua debajo del puente, y como no hay hechos las personas pueden ser indiferentes, y está en el gobierno que eso cambie», agregó.
El movimiento estudiantil, que ha sido el principal promotor de las protestas callejeras, reiteró el martes a través de uno de líderes que los universitarios continuarán las manifestaciones y que por el momento no están dispuestos a dialogar con el gobierno de Maduro.