El Ministro Miguel Rodríguez Torres ofreció una rueda de prensa para presentar en perfecto estado de salud a la periodista Nairobi Pinto, quien fue liberada luego de un secuestro de 8 días. En una corta intervención Pinto declaró que siempre estuvo con los ojos vendados y no recibió ningún tipo de maltrato.
» Gracias a cada uno de ustedes (a los periodistas) porque en esa pesadilla ustedes estuvieron presentes, eloos me hacían llegar las noticias, me las leían. Entre las cosas que me decían es que Venezuela entera estaba movida por el caso». Gracias Dios por la fortaleza y por llevar esto a un feliz término. No quiero dar muchos detalles por un tema de seguridad. En el momento tuve mucha fortaleza, pero ahora es algo íntimo que está empezando a romper» declaró la periodista, jefa de corresponsalía de Globovisión.
Sobre el resultado de la investigación sobre el cautiverio de Pinto, Rodríguez Torres declaró » Hay un equipo abocado a este caso y luego daremos los detalles. No hemos querido especular sobre los motivos del secuestro, pero nos hacemos la pregunta quién gana con esto».
Ante la inquietud de los periodistas, quiénes se preguntan cómo se logró la liberación si incialmente se dijo que ni siquiera hubo llamadas de los captores, el Ministro respondió»Llamadas hubo, pero siempre se mantuvo en secreto por razones de seguridad».
Al hecho de que las razones económicas no parecen ser las causas de este suceso dijo «No queremos especular ni adelantar nada, esperaremos las investigaciones para anunciar la verdad de esto».
«No queremos dar detalles de lo que hemos conversado con Nairobi porque queremos cuidar su vida. Hubo una solicitud pero no queremos ventilar de qué se trataba» advirtió.
Al finalizar la rueda de prensa Nairobi tuvo algunas palabras para sus colegas de la prensa, a quienes les reiteró su agradecimiento » Gracias a todos por las oraciones porque sé que mucha gente estuvo orando, al igual que yo».
Repitió que siempre estuvo con los ojos vendados y no fue maltratada » No puedo decir cuantos eran, nunca me tocaron, nunca me maltrataron, nunca les vi la cara porque siempre tuve los ojos cerrados. No hablaban delante de mí».
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