La tradicional misa de Domingo de Ramos efectuada en la Catedral de Barquisimeto reunió a una importante cantidad de feligreses que, a una sola voz, pidieron por la paz de Venezuela.
Monseñor Antonio López Castillo presidió la eucaristía que inicia la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.
La bendición de las palmas y de las numerosas cruces elaboradas por los creyentes a partir de las hojas, es el rito característico de la conmemoración del Domingo de Ramos, una de las homilías más emotivas de la Semana Mayor.
El ramo de olivo también fue llevado por algunos para su bendición.
Reafirmar Los Mandamientos
Monseñor, invitó a los devotos durante el sermón a recordar los mandamientos y Sacramentos que Dios ordenó a los hombres cumplir en la Tierra.
“Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo, no matarás, respetarás y cuidarás a tu familia”, subrayó.
Este día es sinónimo de un signo de victoria, a favor de vivir en paz, por la amistad, el amor, el servicio, la unión, la verdad y la justicia, destacó.
“La palma es un llamado, nos recuerda cumplir con la voluntad de Dios, por eso hay que colocar el ramo o la cruz de palma bendita en un lugar visible de la casa, para que al verlo, recordemos que estamos llamados a hacer la voluntad de Dios. Ese es el mensaje de este día tan especial”.
La palma guarda un significado muy importante, insistió monseñor, por ello es necesario enseñarle y explicarle a los niños y jóvenes qué significa: es entrar con Cristo a su reino, vivir como verdaderos cristianos. “Hay que elevar la palma con devoción”.
López Castillo comentó que vistió de rojo por tratarse del martirio que vivió Jesucristo Salvador y todo lo que simboliza su muerte.
“En estos momentos hay que confiar en la misericordia de Dios. Desde hoy entramos en la Semana Santa, por lo que hay que ser prudentes”.
No es tiempo de excesos, advirtió, es momento de volvernos más cristianos y discípulos de Cristo. Es un tiempo para respetar la ecología y compartir sanamente en familia, de sentir la pasión de Jesús y asistir a las actividades que tiene previstas la Iglesia Católica.
“Cristo, nos unimos, nos abrazamos a tu cruz”, expresó.
La bendición de las palmas rememora la entrada de Jesús a Jerusalén, como Rey, montado en un jumento en medio de los cantos, de los niños, jóvenes y todo el pueblo.
“Es muy importante revestirse de los sentimientos de Cristo, unirnos a su Pasión, Muerte y Resurrección, vivir esas realidades desde la fe”.
La palma es un sacramental que nos vincula a Cristo, esa palma nos invita a reconocer a Jesús, nos llama a orar, a hablar profundamente con Dios, a participar en los Sacramentos, a poner en práctica los valores de Dios, amor, solidaridad, justicia, hermandad.
Finalmente, monseñor invitó a los asistentes a participar en las actividades programadas que se realizarán hasta el próximo Domingo de Resurrección en la santa iglesia Catedral.
En Santa Rosa
La casa de la Divina Pastora también se encontró repleta de cristianos ayer Domingo de Ramos. Todos se acercaron con sus palmas, olivos y cruces.