Para coronar una semana dura por la eliminación de la Liga de Campeones, el Barcelona volvió a tropezar el sábado en la liga española al encajar una dolorosa derrota por 1-0 en cancha del Granada, que allana considerablemente el camino hacia el titulo para el Atlético de Madrid.
El Barsa que dirige el argentino Gerardo Martino sigue segundo en la tabla de posiciones con 78 puntos por los 79 que ostenta el Atlético de su compatriota Diego Simeone, que tiene la posibilidad de ampliar a cuatro unidades su ventaja en caso de ganar el domingo en su visita al Getafe.
El Real Madrid, rival de los azulgranas el próximo miércoles en la final de la Copa del Rey, marcha tercero con 76 puntos y recibe a continuación al Almería por la 33ra fecha, consciente de que un triunfo le colocaría segundo por encima del vigente campeón y acérrimo rival.
La segunda derrota consecutiva del Barsa cayó por el gol de Yaché Brahimi a los 16 minutos y la propia inoperancia ofensiva del equipo culé, que acumula dos cotejos sin marcar un gol y vio como el astro argentino Lionel Messi, autor de 25 dianas en el campeonato, se quedaba sin marcar tras una racha de 10 tantos en las cinco últimas fechas.
La peor lectura para los azulgranas es que ya no dependen de sí mismos para revalidar su corona, pues necesitan de un tropiezo del Atlético en las próximas cuatro fechas si quieren llegar con opciones a la última, en que reciben al cuadro de Simeone que además los eliminó el miércoles en los cuartos de final de Champions.
«Es un paso atrás. Nos duele por lo poco que queda», lamentó el volante barcelonista Andrés Iniesta. «Difícil dar una explicación. Nos ha faltado el gol, todo lo demás lo hemos controlado. Teníamos que ganar aquí y no lo hemos hecho. Cuando los equipos vienen de unas sensaciones raras, suelen pasar estas cosas».
Martino reservó a los laterales Jordi Alba y Dani Alves para la final de Copa, dando la alternativa a Martín Montoya y Adriano; y ante las bajas por lesión de los centrales Gerard Piqué y Marc Bartra, optó por retrasar a Sergio Busquets a la posición de zaguero, otorgando la manija del equipo a Alex Song.
El plan tardó poco más de un cuarto de hora en evidenciar todas sus carencias, pues el camerunés se atolondró en una conducción por el centro y perdió un balón que Fran Rico convirtió en caramelo para la carrera de Brahimi, hábil en explotar el espacio a la espalda de Busquets, resistente ante la ayuda de Montoya y certero frente a José Manuel Pinto, a quien superó por el palo corto.
La reacción del Barsa fue inmediata pero insuficiente: una comba desde la izquierda de Neymar para Messi, que el rosarino cabeceó fuera por poco. El brasileño fue lo mejor y peor del cuadro azulgrana. Activo y bullicioso, no dudó en encarar a sus rivales con diagonales hacia el centro y una buena rosca que salvó Orestis Karnezis; pero también se enredó en peleas absurdas y distractoras que le valieron una tarjeta amarilla antes del descanso, cerrado con un nuevo zapatazo de Rico que pudo repeler Pinto con apuros.
El balance ofensivo del equipo de Martino, claramente deficiente en la primera mitad, mejoró ostensiblemente en la segunda, pero emergió entonces también la figura de Karnezis, con mano firme para desviar una volea envenenada de Cesc Fábregas tras dejada de Neymar, quien luego cruzaría en exceso a pocos metros del arco.
El Granada, agazapado, seguía fiando su suerte a las escaramuzas de Brahimi, pero Montoya aprendió la lección del primer gol y salvó el segundo antes de que Messi viera frustrado un tiro libre directo por el arquero local, nuevamente decisivo en un remate raso de Busquets.
El chileno Christian Bravo debutó por el Granada y su compatriota Alexis Sánchez ingresó en el once barcelonista junto a Alba, dejando la cancha Busquets y Adriano.
Sánchez habilitó a Neymar ante Karnezis, pero el remate del brasileño salió mordido y pudo despejar Tiago Almeida. Tampoco acertó Iniesta en disparos consecutivos y el Granada acabó perdonando el segundo en claros contragolpes con el Barsa vencido, doblando la rodilla por segunda vez en cuatro días.
En partidos anteriores, la Real Sociedad se puso en ventaja por dos veces pero acabó empatando 2-2 con el Celta de Vigo, que jugó durante 42 minutos en inferioridad numérica.
Con la derrota, la Real bajó al séptimo lugar de la tabla de posiciones con 51 unidades; una menos que el Villarreal, que ganó 1-0 de local al Levante con gol en los descuentos y se puso sexto.
Un gol de Jeremy Perbet en la agonía decantó la balanza y puso fin a la racha de cuatro partidos sin ganar en casa del Villarreal. La Real cierra el cupo que da opción a jugar copas europeas.
El Celta subió transitoriamente al 12do lugar con 37 puntos, quedando a seis de distancia de los puestos del descenso a la segunda división.
Sergio Canales abrió el marcador a los ocho minutos por la Real, Nolito igualó de penal a los 37, Antoine Griezmann (43) volvió a desnivelar del lado «txuri-urdin» y el Celta pudo igualar de nuevo por vía del suplente Santi Mina (82).