Reflexiones en Positivo – Nos acostumbramos a las colas

Tengo algún tiempo viendo en mi país, tu país, Venezuela manifestaciones pacificas y su origen no es otro que la falta de planificación para darle respuesta en forma eficiente a los requerimientos que la población exige.
Hay que hacer notar que ellas son de carácter público y privado y voy a comenzar por esa inmensa aglomeración de gente en colas para hacer efectivo o depositar un cheque y otras actividades bancarias, igualmente al frente de una máquina para pagar el estacionamiento de un vehiculo, aglomeraciones y colas en automercados y otros centros de distribución de alimentos. En cuanto a lo público colas para la pensión del Seguro, adquirir alimentos básicos en las redes de distribución del Estado, pagar los servicios públicos, sacar un documento y pare de contar.
Son estos venezolanos los que no han sido tomados en cuenta por esos organismos de seguridad que hoy consideran que manifestar descontento es aglomerarse es decir, hacer bulto para unirse a murmurar de lo malo que sucede cotidianamente, para reconocer que se está agotando la paciencia y que sólo falta que esa murmuración se convierta en manifestación a gritos de un “no quiero hacer cola, no quiero perder mi tiempo, exijo mis derechos individuales y colectivos, exijo mis derechos como ciudadano. Esto causaría la conmoción de haber motivado la atención de quienes en su himno se escribe “compatriotas o no; garantía brindaremos al buen ciudadano, al inválido, el niño, el anciano en función de justicia social; y a él, patria en las épicas lides o al calor de tus cívicas luchas llegarán estas notas que escuchas cual un himno de amor y lealtad”.
En estas reflexiones en positivo sólo se pide que todos los organismos estén en igualdad de condiciones al servicio del gobierno como al servicio del ciudadano, puesto que gobernante que tenga la necesidad de utilizar los organismos de seguridad para imponerse ante el pueblo es porque ha perdido toda la legitimidad de gobierno democrático.
Caso que en nuestro país no lo desea nadie y jamás tendrá consenso, aspiramos que no esté en la mente de los gobernantes de turno, nuestras oraciones por un diálogo sincero y verdadero donde las mentiras y zancadillas no tenga cabida que se respete la creatividad y las ideas y le abra la mente a quienes creen que pueden pensar por los demás, la democracia debe ser participativa con la verdad por delante recordar de Aristóteles cuando nos dejé este mensaje: “El castigo del embustero es no ser creído”.
Por el bien de todos estar muy pendiente que en el corazón de los soberbios no cabe ni una migaja de misericordia, porque está ocupado por el mal, Dios nos libre de caer en tal cruel expresión.
Unidos todos por la producción nacional.
[email protected]
@JGmendozabarqto