Lucha en solitario (I).

-

- Publicidad -

Estamos luchando por mejores condiciones de vida. Esta es una lucha en solitario.
Nadie nos acompaña, no podemos aspirar a que lo hagan  otros, porque ésta es una necesidad interna.
Además, hay muchos intereses económicos de por medio como para que algún país se arriesgue a perder un beneficio para adherirse a una lucha que no es propia. Así que mal podemos esperar ayuda, debemos seguir en solitario un camino que nos corresponde andar.
Si nos propusimos o anhelamos una sociedad mejor, debemos luchar para conseguirla y no esperar que las soluciones nos caigan del cielo o que otros nos ayuden a resolver lo que sólo nosotros estamos llamados a hacer. Es cierto que debemos dejar a Dios nuestras angustias y que sea Él quien tome las riendas, pero con acción nuestra.
Nada, nos llega sin esfuerzo, por ejemplo trabajamos para conseguir el alimento, nos esforzamos para estudiar y conseguir un título, entre otras cosas. Si nos sentamos a esperar a que llegue la comida sin trabajar, ¿Quién nos la dará? O si teniendo la comida, no la preparamos, igual no se cocinará sola. Por eso debemos accionar para resolver nuestros más urgentes problemas. Hay inseguridad, corrupción, alto costo de los alimentos, inflación, malos servicios públicos, salarios que no alcanzan para hacerle frente a nuestras necesidades, educación y salud que no llenan los requisitos mínimos exigidos, entre otros. Entonces, necesitamos programar una estrategia para resolverlos o minimizarlos, porque la sociedad entera requiere  mejor calidad de vida, por lo tanto,  juntos debemos accionar y darle solución a lo que nos agobia.
Todo lo  que está ocurriendo en el país, fue responsabilidad nuestra, por apático e indolentes, por ver que otros sufren,  mientras que una gran cantidad de personas, no se sienten aludidos. Pero,  debemos ver que si sufre uno solo de los venezolanos, el sufrimiento debería ser colectivo, porque lo que afecta a uno,  nos afecta a todos.
¿Por qué no aprendemos solidaridad, empatía? Así funciona un conglomerado, unido,   no disperso. Por lo tanto, nos toca enmendar, reflexionar y dejar la posición cómoda de espectador y convertirnos en protagonista de la historia. Nada cambia, sino cambiamos desde adentro. Unos protestan y los otros no, sencillamente porque algunos consideran que no deben involucrarse o porque consideran que está bien lo que está pasando, que no están afectados por la inseguridad,  por el alto costo de la vida, por los servicios públicos o porque aún estando afectado por eso, consideran que así son y así deben continuar siendo las cosas. En otras palabras, no ven lo que pasa a su alrededor, no están sensibilizados, no sienten que esté ocurriendo nada malo, aunque lo sufran. Son inocentes, no razonan, no reflexionan porque sus estructuras mentales no dan para pensar, porque se distraen en el día a día y no elevan la cabeza para ver lo que está ocurriendo.
Esta forma de pensar o no pensar -mejor dicho- corresponde a unas estructuras cognoscitivas  que no han sido trabajadas, la educación no ha contribuido a modificarlas con el estudio. Es lo que llamamos una persona ignorante, que nunca ha leído un libro, que nunca ha reflexionado sobre nada en el mundo, porque se niega a usar sus neuronas, su capacidad de pensamiento.
[email protected]

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

- Publicidad -

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -

Más leido hoy

- Publicidad -

Debes leer

- Publicidad -
- Publicidad -