La clasificación para semifinales de la Champions de Real Madrid, Atlético, Chelsea y Bayern Múnich deparará unos atractivos cruces, sea cual sea el resultado del sorteo del viernes, teniendo en cuenta rivalidades históricas y cuentas pendientes.
El histórico derbi madrileño podría tomar una dimensión europea si Real Madrid, que ansía su Décima (Copa de Europa) y Atlético quedan emparejados en las semifinales de la Champions.
Pese a que en los últimos años el mayor rival del Real Madrid ha sido el Barcelona, su enemigo de toda la vida no ha sido otro que su vecino del Manzanares.
Tras dos décadas de continuos fracasos ante el Real Madrid, el Atlético vuelve a ser capaz de competir con su rival, sobre todo desde la llegada al banquillo del argentino Diego Simeone.
El Atleti fue capaz de ganar a su rival en la última final de la Copa del Rey, en el Estadio Bernabéu, y este año le disputa la liga, en un duelo a tres bandas con el Barcelona.
Existe un precedente de ambos en la Copa de Europa. Fue en la temporada 1958/1959 cuando el Real Madrid, por entonces el mejor equipo del mundo, eliminó en semifinales al Atlético en un partido de desempate jugado en Zaragoza que acabó con la victoria blanca por 2-1.
Se da la curiosidad que, con la actual regla del valor doble de los goles en campo contrario, el clasificado hubiese sido el Atlético, que perdió 2-1 en Chamartín, pero ganó 1-0 en el Manzanares.
No menos histórico sería un duelo entre Real Madrid y el Bayern, los dos equipos que más veces se han enfrentado entre sí en la historia de la Copa de Europa (20), tras hacerlo por primera vez en 1976.
El Bayern es la ‘bestia negra’ del Real Madrid, que nunca pudo ganar en Múnich y que fue eliminado por el equipo alemán en varias ocasiones, la última de ellas en las semifinales de 2012, cuando los españoles cayeron en los penales.
Por si fuese poca esta rivalidad, este año se añade el hecho de que en el banquillo está Josep Guardiola, constructor del mejor Barcelona de la historia.
En el caso de enfrentarse al Chelsea, el Real Madrid se reencontraría con José Mourinho, técnico blanco hasta hace sólo unos meses.
La historia entre el club y el portugués acabó mal, después de que en los tres años del luso en el banquillo blanco el equipo sólo consiguiese una liga y una copa, sin poder acabar además con el dominio del Barcelona tanto en España como en Europa.
El Atlético de Madrid tiene una cuenta pendiente con la Copa de Europa y con el Bayern Múnich, desde que en 1974, el equipo español perdiese de manera dramática la final de esta competición en el Estadio Heysel de Bruselas.
El mítico Luis Aragonés, recientemente fallecido, adelantó a los colchoneros con un gol de falta directa en el minuto 114 de la prórroga, pero cuando quedaban segundos para el final Georg Schwarzenbeck empató con un lejano zapatazo que no pudo detener Miguel Reina, padre del actual portero del Nápoles y de la roja Pepe Reina.
Entonces no existían las tandas de penales para desempatar una eliminatoria y dos días después se volvió a jugar el partido en el mismo escenario, en el que los alemanes se mostraron muy superiores (4-0) dejando al Atlético sin un trofeo que quizá hubiese podido cambiar su historia.
No existe una especial animadversión entre Atlético y Chelsea, pero seguro que los ingleses aún recuerdan la dolorosa derrota ante los españoles en la Supercopa de Europa de 2012 (4-1).
Duelos de entrenadores
Y con dos entrenadores de carácter volcánico como Simeone y Mourinho todo podría pasar, sin olvidar el regreso de Fernando Torres a la que fue su casa.
Más intenso aún podría ser el choque en los banquillos en caso de emparejamiento entre Bayern y Chelsea, ya que Josep Guardiola y Mourinho, seguramente los dos técnicos más destacados de la última década, son enemigos irreconciliables desde su paso por el Barcelona y el Real Madrid.
Pero no sólo Guardiola, sin que también el Bayern como club tiene cuentas pendientes con Mourinho y el Chelsea.
El conjunto germano perdió la final de la Champions en 2010 (2-0) ante un Inter de Milán entrenado por Mourinho y dos temporadas más tarde, fue el Chelsea el que privó al Bayern de la Copa de Europa al derrotarle por penales en su propio estadio del Allianz Arena.