Para recordar: “Porque Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo…” (2ª de Corintios 5:19)
Es probable que todos no sepamos las penurias que se vive en la mayoría de las instituciones educativas. Entre ellas, la U.E. “José Félix Ribas”, fundada el 12 de febrero de 1943. Hoy cuenta con 61 años y está ubicada en Cabudare, Palavecino, de nuestra entidad. Este Diario, EL IMPULSO, le ha realizado varias reseñas y la última data del 13 de febrero del año en curso (ver Regionales, www.elimpulso.com).
Para plasmar otros detalles, lo hicimos gracias al profesor Víctor Vásquez, quien ha dirigido, con ahínco, dicho centro educativo por numerosos años. Le tocó vivir el calvario que comenzó hace unos nueve años, cuando se hizo un enorme hueco, abriéndose en el patio lateral de esta escuela; luego aparecieron grietas, desniveles, derrumbes de paredes, donde los bomberos decretaron la inhabitabilidad del inmueble.
En tal tenor, a las autoridades educativas, de aquel entonces, hubo que obligarlas a pronunciarse por medio de una Fiscalía, con competencia de niños y niñas y adolescentes; para que autorizaran el desalojo y allí comienza el gran peregrinaje de esta escuela.
Al momento del percance, se contaba con una matrícula de más de mil alumnos y se redujo en un 60% y las palabras del profesor Vásquez fueron: “DIOS no nos falló, porque muy pronto y generosamente ofrecieron su ayuda: Los colegios privados Pedro Pablo Barnola y Teresa Carreño; el salón parroquial de la iglesia Santa María Reina, de la Chucho Briceño. Hasta una unidad de Metrobus, era utilizado en el turno de la tarde y se compartía dos grados en una misma aula, permaneciendo así el primer año de esta odisea”.
Los niños en general, los de preescolar y sus padres hicieron un gran sacrificio, caminando y adaptándose a los cambios en diferentes lugares. El espacio es corto para nombrar al personal docente, obrero administrativo, e inclusive otras instituciones solidarias como: La Escuela de Artes y Oficios “Luisa Cáceres de Arismendi” (Cabudare); la Casa Comunal de la urbanización Fortunato Orellana (albergando al preescolar); el comedor se ubicó en el salón parroquial de la iglesia San Juan Bautista; la educación física y deporte cambiaron de cancha al Parque “La Ceiba”.
El profesor Vásquez reitera el agradecimiento a Dios y porque las autoridades gubernamentales y educativas respondieron, premiando las diligencias y esfuerzo para lograr rehacer la obra, y por ello se puede decir que: “Triunfó el amor y perseverancia”, habiendo reagrupado preescolar, la primaria, esperando la construcción de la Segunda etapa.
También, señaló el profesor Víctor: “Acá se demostró unidad y el inmenso amor por los niños de nuestra escuela y se puede decir con sano orgullo ¡Que viva por siempre la familia José Félix Ribas!”
Así como hubo unidad para alcanzar un objetivo en la reconstrucción de esta unidad educativa, “Dios (Padre) estaba en Cristo reconciliando al mundo” para que nuestros pecados fueses puestos en Jesús y nosotros pudiésemos ser justificados y perdonados; de esta manera no sufrir la muerte segunda. Por ello, se mantiene viva la esperanza de ver concluida dicha reconciliación con la Segunda Venida de Cristo.
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