La crisis económica que experimenta el país se ha extendido a diversos sectores. El ámbito de las artes plásticas no escapa a dicha situación. Algunos productos se consiguen en el mercado, otros han desaparecido debido a la escasez de divisas para importar determinados artículos.
«Materiales de buena calidad no se consiguen porque la mayoría son importados, por ejemplo, óleos, acrílicos y aglutinantes. Se encuentran algunos nacionales pero de mediana calidad», dijo Al Vanegas.
La tela que se trae generalmente de Europa o Estados Unidos tampoco está entrando al país, comentó el artista. «En mi caso utilizo MDF de 5mm, es un tipo de madera o aglomerado que no se consigue con facilidad».
Señaló que al subir el costo de los materiales, se incrementa el valor de la obra. Las luces y demás equipos para iluminar una sala de arte se han convertido en productos difíciles de ubicar.
«No es prioridad para el Estado otorgar divisas para la importación de esos materiales. Quienes pueden importar lo hacen a través del dolar paralelo, por lo cual el costo se triplica».
Vanegas destacó que meses atrás se podía adquirir un metro de tela de buena calidad a un precio económico.
Hoy día se consigue desde 300 a 1.000 bolívares aproximadamente.
«Lo que se encuentra es de mediana calidad por lo cual la obra puede resentirse así como la permanencia de los colores». Agregó que el servicio de marquetería también subió de precio.
«El área de la plástica es un mercado difícil, desasistido, ahora mucho más con el incremento y la escasez de productos».
Un tema complejo
Para el artista plástico Jesús Pernalete Túa, director del Centro de Arte Creatium, la escasez de materiales es un tema complejo ya que el 90% de los productos son importados. Es muy poca la producción hecha en Venezuela.
«Los lienzos se fabrican aquí pero los hilos son importados, así como los bastidores».
Aseguró que un metro de tela pasó de 50 a 200 bolívares. Un bastidor ronda los 200 bolívares.
«El papel escasea, así como los blocks de dibujo, las cartulinas escolares, óleos, acrílicos, témperas, creyones de madera, entre otros. Anteriormente existían algunas fábricas, sin embargo, al ser importada la materia prima, dejaron de producirse en el país».
Pernalete Túa destacó que mucho antes de este desabastecimiento ya los precios registraban un incremento de 1.000%. Las tiendas especializadas de arte padecen esta crisis desde la regulación de precios que tuvo lugar en diciembre de 2013.
«El sector artístico está desabastecido.Nosotros vaticinamos la situación tres años atrás cuando la Faber Castell se fue de Venezuela. Sin embargo el período escolar 2014-2015 está en riesgo ante esta escasez de materiales».
El artista apuntó que la expresión artística es la expresión del pensamiento, el Estado debe proteger y auspiciar la importación de la materia prima y artículos plásticos en pro del desarrollo de los niños y jóvenes, de lo contrario, significa cercenar sus derechos.
