Las gandolas con 52 toneladas de papel enviadas por los hermanos colombianos a Venezuela siguen su ruta. El Diario EL TIEMPO de Bogotá reseña que la Guardia Nacional, después de varias horas, autorizó el ingreso a Venezuela del primero de los dos vehículos cargados.
Aquí la reseña de EL TIEMPO
Luego de varias horas de espera, Guardia venezolana autorizó ingreso del primero de dos vehículos.
Sobre las 8 de la mañana, las autoridades venezolanas autorizarían el paso de la expedición del papel por la libertad de prensa. Toneladas de papel que medios colombianos envían a periódicos venezolanos esperan cruzar la frontera hacia Guarero, del lado venezolano.
Las autoridades, cerca de la medianoche de este miércoles, autorizaron el ingreso del primer camión. Sin embargo, aconsejaron al vehículo esperar hasta entrada la mañana para continuar su camino, por motivos de seguridad.
La aduana realizó la verificación de los documentos que determinan la legalidad de la mercancía y su ingreso al país. Está previsto que el segundo camión, con otras 22 toneladas de papel periódico, pueda hacer este jueves el trámite correspondiente.
La revisión de la documentación del primer camión tardó varias horas, situación poco usual, según contó el conductor del vehículo que diariamente hace hasta cuatro pasos con mercancía por la frontera.
Durante la revisión, un guardia y un funcionario de migración Colombia tomaron fotografías del vehículo. Revisaron los antecedentes del conductor y preguntaron sobre el destino de la mercancía.
En medio de la espera, los demás vehículos pudieron continuar con su recorrido, sin mayores requerimientos. La gente en Paraguachón sabía qué transportaba el tractocamión. Una mujer que cruzaba caminando saludó al conductor y gritó: “Viva Colombia”, haciendo alusión a la iniciativa de más de 30 medios colombianos de dar papel a los diarios venezolanos. Pero los guardias pensaron que en el vehículo se transportaba papel moneda, razón por la cual demoraron la verificación de la información, según le dijeron al conductor.
Cumplido con éxito los requerimientos de las autoridades venezolanas, la travesía podría llegar el fin de semana a su destino: los periódicos El Nacional (Caracas), El Impulso (Barquisimeto) y El Nuevo País (Caracas), golpeados por la difícil situación que enfrenta la prensa escrita en ese país.
La ruta hacia la frontera
Hacia las seis de la mañana de este miércoles, Vladimir Vargas y Jaime Ramírez comenzaron el segundo día de travesía, luego de pasar la noche en un hotel de carretera en el corregimiento de Mingueo, en Dibulla, La Guajira.
El traslado del material ha despertado la curiosidad de decenas de personas. Algunos, en plena carretera, han sacado sus celulares y han tomado fotografías a los dos vehículos que llevaban en sus carpas los letreros ‘Venezuela somos todos’, en su recorrido por la Troncal del Caribe hasta la frontera.
La Policía se unió al traslado y escoltó los dos vehículos, desde Riohacha.
En su llegada a cercanías de la frontera, los conductores decidieron retirar los avisos, según dijeron, por motivos de seguridad.
“Ya con la llegada a la frontera, el ambiente cambia”, señaló uno de ellos.
Hacia las 11 de la mañana, los vehículos llegaron a Paraguachón, territorio colombiano que limita con Venezuela. En ese momento, quienes estaban sobre la vía no paraban de ver el vehículo. Sabían por noticias que este miércoles debían entrar a Venezuela las 52 toneladas de papel periódico. Pero la tensión sobre la prensa se sintió con la llegada de periodistas a la frontera. Los habitantes de la zona aseguran que nadie puede transitar por la zona con cámaras. Y menos si se es periodista. Los vendedores hablan de decomisos y agresiones.
Entretanto, el papel, distribuido en 75 rollos, fue descargado y posteriormente dejado en un tractocamión con placas venezolanas, con el fin de facilitar el cruce. La empresa transportadora decidió enviar un camión adelante y el otro permaneció en Paraguachón mientras se confirmaba que la Guardia Venezolana permitiera el ingreso del primer vehículo.
“Son cosas que se aprenden aquí en la frontera”, dijo uno de los trabajadores de la empresa, que espera que los dos camiones logren su objetivo.
JULIÁN ESPINOSA /Enviado especial de EL TIEMPO