Expertos chilenos y extranjeros afirmaron el miércoles que el sismo de magnitud 8,2 que afectó la víspera al extremo norte chileno no es el terremoto mayor que se espera en la zona debido a la energía acumulada por 137 años en el roce de las placas Nazca y Sudamericana, en el fondo marino.
La última quincena de marzo el extremo norte registró más de 400 temblores, de los cuales unos 30 fueron percibidos por los pobladores, algunos de magnitud 6,7. Los sismos recordaron a todos las advertencias de los expertos de que en el extremo norte puede ocurrir un gran terremoto.
Desde la noche del martes se han sentido más de 60 réplicas, algunas bastante fuertes, y no se descarta que puedan ocurrir otros movimientos con magnitudes cercanas a 7.
Los expertos dicen que la «laguna sísmica» o falta de terremotos en el extremo norte chileno y sur de Perú hacen prever la ocurrencia de un gran y devastador sismo, que no fue el del martes, pues la energía acumulada por el roce de las placas Nazca y Sudamericana debe liberarse.
Mark Simons, geofísico del Instituto de Tecnología de California, dijo que «el punto clave aquí es que esta magnitud 8,2 no es el gran terremoto que esperábamos para esta zona. De hecho estamos todavía esperando potencialmente un terremoto más grande». Enfatizó que «no sabemos cuándo va a ocurrir».
Sergio Barrientos, del Centro Sismológico Nacional de la Universidad de Chile, coincidió con Simons y declaró que luego de la energía liberada el martes por la noche hay posibilidades de que venga un terremoto mayor o dos similares al de la víspera.
«Nosotros hablamos de escenarios más probables y, tal como lo habíamos adelantado, esta zona podría haberse activado en un solo terremoto o en varios terremotos de magnitud un poco menor», dijo el experto en rueda de prensa, quien tampoco descartó la ocurrencia de un sismo mayor.
Paulina González, ingeniera civil y magister en sismología de la Universidad de Santiago de Chile, dijo a The Associated Press que «lamentablemente no se puede afirmar» si el del martes fue el gran terremoto que no se ha registrado desde otro enorme en 1877.
Algunos expertos locales dijeron que con el movimiento telúrico del martes se liberó un tercio de la energía acumulada y que, por tanto, se deben liberar los dos tercios restantes.
«Es posible porque efectivamente como fue de magnitud 8,2, con una zona de falla de 200 kilómetros, es menor que el gran evento que se suponía que iba a ocurrir similar al de 1877. Se ha liberado bastante energía, pero no toda la que se liberó ese año», añadió González.
