La selección de Venezuela no encontró respuesta para contener a un sólido e insistente Japón y perdió por 4-1 en la ciudad de Liberia, lo que truncó sus posibilidades de avanzar a la gran final y despedirse del sueño de levantar el trofeo de campeón correspondiente al mundial sub17 (femenino) de Costa Rica.
Fuga Nagano (minuto 13), Nana Ichise (33), Kobayashi Rikako (52) y Mina Sugita (63, de penalti) amargaron las semifinales y apagaron la ilusión de las venezolanas, que solo lograron el descuento al final (90+2) por intermedio de Deyna Castellanos, líder goleadora del certamen con seis dianas.
La eliminación, dolorosa pero no sorpresiva, no mancha, en lo absoluto, el desempeño de las vinotinto en la cita ecuménica. Todo lo contrario, su logro, llegar a unas inéditas semifinales, es notable e inolvidable, pero el destino le cruzó con el elenco más fuerte de la justa (el nipón) y sufrió daño como no había ocurrido antes.
No ha terminado el mundial. Queda todavía la posibilidad de finalizar dentro del podio, pero las del panameño Kenneth Zseremeta necesitan vencer al perdedor del España e Italia -jugaban anoche- en el partido por el tercer lugar. Pero, sin importar lo que ocurra en esa última salida, ha sido un gran mundial para Venezuela, que solo vino a perder por vez primera en el largo ciclo, desde el Suramericano jugado el año pasado.
Las criollas habían tenido la virtud de anotar temprano en algunos partidos, pero esta vez recibió un sorbo de su propia medicina. Su comienzo fue alegre, con deseo, como es la naturaleza de su juego, de ir siempre al ataque, pero recibió un fuerte golpe al minuto 13, cuando Nagano marcó con un disparo desde el borde del área.
Ya habían estado en desventaja en el anterior cruce frente a Canadá, pero en esta ocasión no hubo capacidad de reacción. Se encontraron con un Japón muy ordenado, que presionaba y le impedía la maniobra, además de que controlaba los pelotazos, y terminaron sin argumentos. Pocas oportunidades para Gabriela García y Castellanos.
Todo se complicó con la segunda anotación de las asiáticas, al 33 y obra de Ichise, y empeoró con una tercera diana, al 52, ya en el segundo tiempo, de Kobayashi. Entonces, se veía que la remontada era una tarea imposible, porque no había claridad en el juego ofensivo de las Vinotinto.
El lapidario cuarto gol llegó al 63, marcado de penal por Sugita, y entonces la encomienda se centró en conseguir al menos el tanto de la honra, que logró Castellanos con un cabezazo en el segundo minuto del agregado.
No fue el juego que Venezuela esperaba, pero nada se le puede cuestionar a las criollas. Pese a la goleada, salen con la frente en alto.
Toca ahora preparar el juego por el tercer lugar, a disputarse el viernes (3.30 pm) en San José, la ciudad donde la oncena venezolana vivió sus mejores momentos tanto en fase de grupos como en cuartos de final. El objetivo principal es el triunfo para terminar en el taco de honor, pero también asegurar el campeonato de goleo de Castellanos.
