Otro empate con sabor agridulce. De estar a pocos minutos de embolsar una trascendental victoria, el Deportivo Lara pasó a un escenario de frustración e impotencia por dejar escapar puntos en la última jugada del partido y nada menos que contra el Caracas en su difícil campo, con el que niveló 2-2 al jugarse la jornada 12 del torneo Clausura.
Dicen los enunciados del fútbol que un punto en carretera es positivo. Y por supuesto que sumar ante el equipo más ganador del balompié criollo es un logro interesante, todo un mérito. Pero, hay que ser claros, por cómo terminó el partido, la sensación es de amargura, se esfumaron dos puntos que eran muy valiosos y de alguna manera mantenían vivas las hoy remotas posibilidades de título.
Una historia repetida. Pasó en la segunda fecha con Anzoátegui, otro de los equipos con etiqueta de favorito, ante el que también se permitió el tanto del empate en los últimos minutos.
Esta vez fue en el último lance. Venía Edgar Pérez Greco de anotar un gol en tiempo agregado que daba la ventaja y despejaba el camino para una victoria de resonancia, pero la defensa falló en la tarea de “proteger” el resultado, la misión de enfriar el partido.
La tropa guara, con su plantilla de jerarquía, repleta de jugadores con recorrido importante, no fue capaz de contener las embestidas postreras del elenco dirigido por Eduardo Saragó, que niveló al cierre con un tanto del argentino Roberto Tucker.
Por eso el sabor agridulce. No perder en Caracas es un hecho digno de reconocimiento. Pero duele el hecho de no poder abrochar una conquista que estaba prácticamente en el bolsillo. Y pensar que hasta hace dos jornadas era el equipo más sólido en defensa, pero en los dos últimos desafíos ha tenido sus fallas. No bastan, entonces, dos goles. Apareció la contundencia, el equipo vuelve a tener peso en ataque, pero atrás no hay garantías. Cuando hay una cosa, falta la otra.
El empate -octavo del semestre- aleja un poco más del título al conjunto de Rafael Dudamel, aunque continúa en puestos de clasificación en la batalla por avanzar a la serie presudamericana, que reparte dos cupos para competencia internacional, el objetivo inicial con el que inició el equipo su participación en enero.