Naturalmente concurrido pero tranquilo se mostró el servicio de Emergencias del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda ayer domingo en horas del mediodía.
Algunas personas aguardaban por noticias de sus familiares en la Sala de Espera, otros colmaban como es costumbre las afueras de la emergencia.
EL IMPULSO conversó con Jhonny Alcón, quien había ingresado a su esposa, tres horas antes a la emergencia del hospital.
Indicó que hasta el mediodía no le habían solicitado ningún medicamento y que la atención médica fue oportuna y de calidad.
“No me han pedido nada y he recibido buena atención”, sostuvo.
Libia Ojeda, con un paciente recién ingresado en el recinto asistencial, comentó que tampoco le habían solicitado medicamentos o algún examen fuera del servicio.
Por otra parte, Keirimar Torrealba, declaró que en la Emergencia le solicitaron anestesia y gasas.
“Conseguí las gasas pero la anestesia la busqué en distintos lugares y no la encontré. La atención médica ha sido buena y los exámenes de laboratorio he podido hacerlos aquí”, acotó.
En el Pediátrico
El servicio de Emergencia del Hospital Pediátrico Agustín Zubillaga también se apreció moderado y con urgencias varias.
Diversos usuarios consultados coincidieron en que la atención es buena.
Carmen Campos quien llegó con su hijo a media mañana dijo que recibió la atención necesaria así como los medicamentos.
Otra paciente llamada Luz Marina Lobo solo tuvo que comprar las “maripositas” para hacerle a su hijo los exámenes de sangre.
A Gonzalo Pérez, quien tiene a su hijo hospitalizado desde el jueves pasado, tampoco le han pedido medicamentos. Solo ha tenido que llevar algunos exámenes a otros laboratorios y efectuar placas fuera del Pediátrico. Utilizó el servicio de ambulancia e indicó que fue puntual.