La policía federal brasileña incautó el lunes 3,7 toneladas de cocaína destinada a Cuba, Europa y Africa en el puerto de Santos (estado de Sao Paulo), y detuvo a 23 personas.
La operación pretendía desarticular un grupo de narcotraficantes que utilizaba contenedores para el transporte de cocaína que partían desde el puerto de Santos, el mayor de Latinoamérica, según informó la policía federal.
Los agentes aseguraron que se trata de la mayor incautación de los últimos tiempos en el litoral de Sao Paulo.
Además de la droga, fueron aprehendidos 230.000 euros, 10 vehículos, una embarcación, 19 armas cortas y dos fusiles. Se efectuaron 46 mandatos de prisión y 80 órdenes de busca y aprehensión.
Las organizaciones criminales eran investigadas desde 2013, dentro de la Operación Hulk y Operación Oversea.
Según informó la policía, la cuadrilla de narcotraficantes colocaba la droga en mochilas y bolsas que eran introducidas en contenedores por empleados particulares, sin que los dueños de las cargas o navíos tuvieran conocimiento.
La droga iba acompañada de lacres clonados. En el local de destino, los narcotraficantes rompían los lacres originales, sacaban la cocaína y colocaban los clonados para no despertar sospechas.
En rueda de prensa, el comisario Reinaldo Sperandio aseguró que según las investigaciones «no había participación de los funcionarios de los terminales portuarios en la red».
La Operación Hulk vigilaba a una banda de Sao Paulo que realizaba la compra de drogas en Bolivia y la transportaba a Brasil por la frontera con Paraguay. El envío a Europa se hacía desde el puerto de Santos.
La Operación Oversea, por su parte, se centraba en una cuadrilla que introducía las drogas en las cargas que salían del país por el puerto.