Ocho de cada diez venezolanos está preocupado por la escasez, según la firma Datanálisis. La preocupación no es infundada. Nace de la experiencia personal de ir a comprar y no conseguir. Estamos produciendo menos. El PIB en la industria, que ya estaba muy por debajo de lo deseable e incluso de lo necesario, cayó 1.7% en el último trimestre de 2013, datos del Banco Central. Y todavía no había habido ni una sola manifestación. En la ahora vasta industria pública la caída es más dramática, y sube el ausentismo laboral. Destaca casi un tercio en metales comunes, lo que afecta los envases e impacta la oferta de alimentos. El Gobierno anuncia importaciones de alimentos por $ 4.300 millones de Brasil, Argentina, Uruguay y otros países, pero Cavidea, el gremio de los industriales de alimentos, exige que le liquiden 2.800 millones de dólares que le deben. La canasta alimentaria, en cifra oficial del INE, llegó en enero a Bs. 3.640, para un alza de 9.5% solo ese mes, ¡el primero del año!
La devaluación vía Sicad II ha sido del 722,2%. Pdvsa redujo la oferta de divisas a causa de la caída en su producción. Produce menos, vende menos, dispone de menos dólares para ofrecerlos a la economía, también para invertirlos en su propia operación. A los sectores prioritarios (farmacia, higiene) el Gobierno ofrece pagarles tres de cada diez dólares que les deben entre dos y cuatro semanas. El resto debe esperar más.
Falla de transmisión dejó sin electricidad a cinco estados. El impacto negativo en la vida diaria es obvio. Pero el mal servicio eléctrico afecta también la industria, la agricultura y el comercio.
¿Estamos en el peor momento? No para el economista Pedro Palma, quien anticipa una crisis más profunda, porque el Gobierno no se atreve a dar un giro en materia económica y cree que bastan medidas aisladas.
Arbitrariedad
Ni la Constitución ni el Reglamento Interior y de Debates dan al Presidente de la Asamblea Nacional el poder que se tomó para “destituir” a la diputada María Corina Machado. Su visita a la OEA para exponer su visión de la situación venezolana no tiene la naturaleza que el mandamás de la AN le atribuye, ni él la autoridad para decidir al respecto.
De tener esos poderes omnímodos, que no los tiene, el Presidente de la AN, estaría en peligro el fuero de todos los parlamentarios y, con ello, la independencia del Poder Legislativo, tal y como la concibe la Constitución.
Cancilleres
Vinieron los cancilleres de Unasur. Todos menos los de Perú, Chile y Paraguay que no pudieron, pero enviaron a sus representantes diplomáticos en Caracas. Interés de todos, hay que valorarlo.
Sensibilidad variable, como es lógico. Pudieron así los Gobiernos de esos países de la región, escuchar directamente una versión distinta a la oficial.
La de la oposición agrupada en la Mesa de la Unidad, con la que se reunieron cerca de cuatro horas, la de la dirigencia estudiantil, la de las organizaciones de Derechos Humanos, los empresarios. Ya eso es ganancia. La declaración final, con fuerte acento en los Derechos Humanos, tiene aspectos muy interesantes. Veremos cómo se desarrolla en la vida real.