Médicos internos y residentes del Hospital Central Antonio María Pineda y del Hospital Pediátrico Agustín Zubillaga, no claudican en su protesta por reivindicar la atención al paciente y garantizar el óptimo derecho a la salud. Como medida de presión, reiteraron que mantendrán la asamblea permanente hasta tanto no se generen respuestas concretas por parte de organismos nacionales.
Alegan que los problemas de insumos, equipamiento, infraestructura, personal médico y seguridad persisten tras las reuniones sostenidas con el Ministerio de Salud y demás organismos regionales, las cuales culminaron con promesas que hasta hoy en día no han sido cumplidas.
José Manuel García, presidente de la Sociedad de Médicos Internos y Residentes (Somir), describió en detalles cada una de las situaciones que a diario enfrentan.
“En el área quirúrgica existe una gran cantidad de pacientes en espera de las cirugías electivas. Las autoridades nacionales comentaron que no había problemas de insumos, pero acá nosotros tenemos una larga lista de pacientes en espera de una intervención por falta de medicamentos y equipos. Existen personas que tienen desde un año hasta dos meses en espera”, explicó el doctor al tiempo que mostraba un documento como prueba de la larga lista de pacientes que esperan ser atendidos.
Instalaciones no aptas
Prosiguió señalando que las instalaciones quirúrgicas no son aptas para atender a los pacientes, puesto que los pabellones cuentan con serios problemas en equipamiento y en el sistema de aire acondicionado.
“Dichos problemas producen altas temperaturas en los pabellones, lo cual pone en riesgo la salud de nuestros pacientes por el riesgo de la proliferación de bacterias que pueden resultar en infecciones. Sería una gran irresponsabilidad que nosotros operemos de manera electiva, sólo estamos atendiendo las urgencias a duras penas”, apuntó.
Además, relató que “el Hospital Central cuenta con 19 máquinas de anestesia, de las cuales están funcionando nueve que alimentan un total de 23 pabellones. Por ello requerimos la compra de cuatro máquinas más y la reparación de los diez equipos dañados”.
Por tal sentido, emplazó al doctor Francisco Armada, ministro de Salud, para que envíe los equipos restantes y los recursos necesarios para la corrección de fallas. Consideran que es responsabilidad del organismo a través del sistema Barrio Adentro 3.