A mediados de la semana anterior, los pabellones del Hospital Pediátrico Agustín Zubillaga paralizaron sus operaciones, a causa de una proliferación de piojos que invadió la unidad quirúrgica del recinto asistencial. En consecuencia, las intervenciones han sido referidas a otros centros de salud de la ciudad. Galenos y pacientes exigen la pronta recuperación de los espacios.
La doctora María Victoria Álvarez, representante de la Sociedad de Médicos Internos y Residentes (Somir), expuso que desde principios de febrero las intervenciones electivas habían sido suspendidas por la escasez de insumos y daños en los equipos. Luego, desde la semana pasada, se interrumpió la operatividad de los pabellones a causa de la situación antes citada.
“A raíz de la gran cantidad de palomas que ingresan al centro, se produjo una proliferación de piojos, que se alojaron en los ductos de aire acondicionado de los pabellones, lo cual resultó en la paralización del servicio. Esto se debe a la falta de mantenimiento preventivo y el recorte de los esfuerzos en el área de saneamiento ambiental por razón del bajo presupuesto”.
Por estos motivos, las urgencias han tenido que ser referidas al Hospital Pastor Oropeza y al Hospital Militar.
Caída del servicio eléctrico generó tensión
Álvarez agregó que el pasado jueves se generó una situación de tensión en el Pediátrico, cuando un apagón cortó abruptamente el suministro de energía al centro asistencial que cuenta con más de dos meses con la planta de emergencia dañada.
“Ese día tuvimos que correr a la Unidad de Cuidados Intensivos para asistir a los nueve pacientes que tenemos conectados a ventilación mecánica. Al no haber energía, estos infantes tuvieron que recibir ventilación a presión positiva durante una hora”.
Próxima semana se reactivarán los servicios
Jorge Gaiti, director del Hospital Pediátrico, informó que los pabellones y la planta eléctrica estarán en funcionamiento la próxima semana.
