“Venezuela está viviendo un sueño al que debería aspirar toda cinematografía, el de tener una gran producción y un público cautivo”, declaró orgullosa la realizadora venezolana Mariana Rondón, una de las invitadas de honor del Festival de cine latinoamericano de Toulouse (suroeste de Francia).
Es fácil corroborar la afirmación de Rondón echando un simple vistazo al palmarés de los más recientes festivales internacionales, en los que películas venezolanas se han alzado con las mayores distinciones.
Fue el caso de la cinta Azul y no tan rosa de Miguel Ferrari, que regaló a Venezuela el primer Goya de su historia; o de Pelo Malo, de Rondón, que se alzó con la Concha de Oro del Festival de San Sebastián; y aún de Esclavos de Dios, de Joel Novoa, ganadora en el Festival Internacional de Cine de Santa Bárbara (Estados Unidos).
La producción cinematográfica venezolana está subiendo como la espuma, según datos oficiales. Para este año, el estatal Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC) aspira a exhibir en cartelera 38 películas nacionales (17 más que en 2013 y 23 más que en 2012).
La reforma realizada en 2005 a la Ley de Cine marca un antes y un después en lo que se refiere a la producción del país sudamericano, con la incorporación de nuevos fondos y el establecimiento de una cuota mínima de proyección, explicó a la AFP el realizador venezolano Eliezer Arias.
“El cine venezolano está recolectando ahora los frutos de casi diez años de esta ley”, añade Arias, cuyo documental El silencio de las moscas se mide con otros seis en el apartado competitivo del Festival de Toulouse.
“Además, se está viendo una profesionalización de los cineastas venezolanos, con la apertura de una cantidad de escuelas comunitarias, obviamente muy artesanales, pero es un inicio”, agregó este cineasta, antropólogo de formación.
Sin embargo, para Arias, la polarización extrema que vive Venezuela podría poner en peligro esta dinámica, sobre todo desde que la productora estatal, Villa del Cine -uno de los pilares de financiamiento del cine nacional- pasara en febrero de este año a manos del Ministerio de Comunicación.