La paz, lo mismo que la reconciliación para ser verdadera, durable, integral, supone ausencia de violencia, coacción y amenazas, pero positivamente y más de fondo, voluntad efectiva de justicia y solidaridad, promoción libre del bien, vida en la verdad y la autenticidad y por supuesto esperanza eficaz de unidad en la diversidad.
Así lo manifestó el arzobispo-obispo emérito de Los Teques, monseñor Ovidio Pérez Morales, quien hizo un llamado al presidente de la República, Nicolás Maduro, para que busque las herramientas necesarias con el fin de lograr el progreso nacional.
«Hay en el país problemas, muchos graves y acuciantes, pero hay uno que emerge como el «problema», por su carácter generador, por ser raíz y causa de muchos otros. Y no es más que la decisión de imponer institucionalmente a la nación el denominado Plan de la Patria, que concreta el así llamado Socialismo del Siglo XXI», sentenció.
En este sentido, criticó que este modelo político que pregona el gobierno nacional sea influenciado por una línea marxista-leninista, con una referencia muy específica, «idealizada y benévola», al vecino modelo cubano.
También dijo que el primer paso para sacar a Venezuela de la crisis, es que el gobierno de Nicolás Maduro renuncie a la pretensión de imponer el socialismo tal como lo entiende y ha venido aplicando y que vuelva a las líneas dictadas por la Constitución.
«He venido proponiendo, como una vía de posible solución, o más ampliamente aún, de respuesta al actual drama nacional, la formación de un gobierno de transición, que abra paso a una gobernabilidad sólida y estable a través de los mecanismos que posibilita la Carta Fundamental», explicó el también ex presidente del Concilio Plenario de Venezuela.
Sostuvo que para llegar a la integración es indispensable un diálogo serio entre el sector oficial con la Mesa de la Unidad y con representantes calificados tanto de la sociedad civil organizada como de las instituciones básicas representativas de la vida nacional, para lo cual estima que la Conferencia Episcopal Venezolana estaría dispuesta, si se le solicita consensualmente, a prestar un servicio de facilitación.
Dijo que Nicolás Maduro «tiene hoy la primera responsabilidad histórica de procurar la unión de los venezolanos. Una responsabilidad ante nuestro pueblo y ante Dios, ya que el país no puede caminar partido por la mitad».
