El sistema eléctrico de Caracas sufrió una falla cerca de la medianoche del lunes debido a un incendio forestal en el parque nacional Waraira Repano que afectó dos líneas de transmisión y dejó sin electricidad varios sectores de Caracas, confirmó el martes el ministro de Energía Eléctrica, Jesse Chacón.
En una entrevista divulgada en la madrugada del martes por una televisora estatal, el funcionario informó que el incendio en un sector del parque nacional Waraira Repano, cadena montañosa que separa la capital venezolana del mar Caribe, afectó las líneas de transmisión eléctrica 1 y 2 Tacoa-Boyacá.
«Esto ha desenergizado (sic) la transmisión de Boyacá y la subestación de Punceres, Conde y Delicias», dijo Chacón. «Esto afecta varios sectores del municipio Libertador (de Caracas) entre ellos (las parroquias de) La Candelaria», cerca del palacio de gobierno, «San Bernardino, Parque Carabobo, San Agustín del Norte, Sabana Grande, El Bosque y parte de La Florida».
«En este momento nuestros trabajadores están», conjuntamente con Protección Civil y bomberos «trabajando sobre el incendio alrededor de la línea para ver si existen condiciones… para buscar la manera de recuperación del sistema» en las próximas horas, resaltó.
El incendio, que ya devoró más de 25 hectáreas del parque nacional, se expandió rápidamente debido a la severa sequía que azota la región centro-norte del país.
Las autoridades no descartan que el incendio fuera provocado.
«Lamentamos muchos la molestia causada por esta afectación pero es lo que ocurre cuando estos incendios, aparentemente provocados, afecta un servicio público» tan importante como el eléctrico, dijo el ministro.
«La forma como se produjo el incendio hace suponer… que fue provocado», insistió. «De todas maneras vamos a tener que hacer una investigación de mucha más profundidad para esto».
En 2010 el país enfrentó una severa crisis eléctrica a consecuencia de una sequía que afectó la represa suroriental del Guri, donde se genera la mayor parte de la energía del país. La crisis eléctrica dejó al descubierto una serie de fallas en las plantas y equipos de toda Venezuela, así como problemas de mantenimiento que obligaron al gobierno a realizar inversiones millonarias para restablecer el servicio.
A pesar de esos gastos, las fallas y apagones continuaron en varias regiones del país, lo que llevó al gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez a denunciar en 2012 acciones de «sabotaje» y a ordenar el envío de militares a las instalaciones eléctricas para reforzar la seguridad.