El dólar cotizaba cerca de 54 bolívares el martes, en el segundo día de funcionamiento de un mecanismo de cambio lanzado por Venezuela para mejorar la oferta de divisas en el país petrolero, que sufre una importante escasez de bienes.
Operadores de bancos y corredurías dijeron que el volumen de las operaciones en el nuevo Sistema Cambiario Alternativo de Divisas, o Sicad 2 se mantenía bajo en la sesión.
El lunes, en su debut, el Sicad 2 vendió divisas a un tipo de cambio promedio de 51,8 bolívares, ocho veces por encima del tipo de cambio oficial preferencial de 6,3 bolívares.
El Banco Central de Venezuela debe publicar el tipo de cambio ponderado al final de la jornada.
Analistas esperan que el precio del dólar en el nuevo mercado se mantenga entre 50 y 55 bolívares, dada la alta demanda y la oferta incierta.
El BCV debe publicar el tipo de cambio ponderado al final de la jornada.
El mecanismo también podría ser una válvula de salida para las transnacionales que tienen capitales que repatriar.
Las entidades gubernamentales, incluyendo Pdvsa podrán entrar al mercado en breve ofreciendo dólares. El Gobierno dice que el Sicad 2 representará el 8 por ciento de las ventas en dólares de la nación miembro de la Opep.
En un caso que ilustra los reclamos empresariales por divisas, 24 líneas aéreas agrupadas en la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) alegan que están afectadas por el control de cambio, al tener que vender boletos en bolívares, sin poder luego acceder a la compra de divisas para repatriar esos capitales.
La IATA calcula que Venezuela le debe unos 3.700 millones de dólares a las aerolíneas, por boletos que ya fueron vendidos a una tasa de 6,3 bolívares por dólar y que, insisten, deben ser cancelados usando esa paridad.
Un vocero de Air Canada, que la semana pasada suspendió los vuelos a Caracas por el control de cambio y las protestas violentas que azotan al país desde casi dos meses, dijo que la decisión de la compañía no cambiará en el corto plazo por la entrada en funcionamiento del Sicad 2.
“Seguimos monitoreando la situación, pero no tenemos nada que agregar”, dijo Peter Fitzpatrick.