A pesar de que el Gobierno ha venido hablando de entablar conversaciones de paz, está decidido a continuar atacando a líderes de la oposición, no obstante los malos resultados que esa táctica le ha dado, expuso el doctor José Vicente Carrasquero, sociólogo y profesor de la Universidad Simón Bolívar.
En este sentido, los funcionarios del Ejecutivo Nacional piensan que atacando a los líderes de la oposición, encarcelando y destituyendo alcaldes, van a lograr desmovilizar la gente pero, una vez tomadas esas medidas, los resultados indican que las movilizaciones han aumentado y la cantidad de personas que han participado en esas manifestaciones también se ha incrementado.
Esto nos indica que el remedio que están utilizando es inadecuado, comentó. Aparte de que ese remedio se une con los principios democráticos de permitir el libre ejercicio de la oposición de decir y manifestar públicamente.
Pero, reprimir la oposición a través de la persecusión del liderazgo es una cuestión que está reñida con el libre ejercicio de la política.
En el caso de los alcaldes, no sólo se está desconociendo la voluntad de los electores, sino que el Gobierno está culpando a esos funcionarios de unos asuntos que no son su responsabilidad, como es combatir la protesta.
Hay que recordar que en el 2003, el entonces presidente Hugo Chávez, ordenó desarmar a las policías municipales y reducir su capacidad para la represión de manifestaciones. Hubo un momento en que las policías locales tenían facultad para ese tipo de actividades, pero el Gobierno les quitó esa funcionalidad. Mal puede ahora penalizarse a los alcaldes.
