Una vez más las mujeres que se encuentran recluidas en el Centro Penitenciario David Viloria, conocido como Uribana, son víctimas de agresiones por parte de las custodias.
Según los familiares, están sufriendo de piojos pero no les permiten el uso de peines especializados ni tampoco que les entreguen medicinas.
“Estamos muy preocupados porque esas mujeres de por sí no comen casi y ahora llenas de piojos se van a morir. Estamos consciente que están pagando sus condenas pero tampoco tienen por qué violarles los derechos humanos”, afirmó la madre de una de las damas privadas de libertad, quien por precaución no quiso revelar su nombre.
Desde hace unas tres semanas, los allegados de las presas han venido denunciando los hechos de maltrato que le han propinado.
Al principio fueron siete las damas que introdujeron en una celda de castigo, les cortaron el cabello y las golpearon, después como se dieron a conocer los hechos a la luz pública, ingresaron a otras quienes, en represalia, sufrieron idénticos castigos. Sin embargo, las autoridades correspondientes no han dado una versión oficial.