En Valle Hondo la calle sigue caliente, dicen los vecinos que se resguardan detrás de barricadas y están negados a dejar la protesta pese a los enfrentamientos que se registran en el sector casi a diario.
Valle Hondo (Palavecino) se equipara con Altamira (Chacao) con respecto a los focos de tensión.
“Aquí nadie nos paga, nadie sale obligado y todos corremos el mismo riesgo de morir en una protesta o en una parada de autobús. La inseguridad no perdona”, relata uno de los tantos jóvenes que usa capucha y, momentáneamente, cambió su morral de clases por escudos y máscaras antigases caseras.
Todos los días clausuran el paso en la avenida El Placer desde las 6:00 am y arranca la protesta que, por lo general, acaba en violencia tras la represión de la Guardia Nacional, o como sucedió la última vez, la Policía del estado Lara.
Amas de casa, estudiantes y profesionales apoyan la lucha de esos jóvenes con alimento, hidratación y hasta curas.
Ayer, inusualmente, no fue una jornada marcada por la represión. Al contrario, había una tensa calma. La tanqueta permanecía por la Urbanización La Hacienda y los funcionarios de seguridad por el Distribuidor Valle Hondo.
Aunque antes del mediodía no habían detonaciones ni conflictos, el efecto de los gases lacrimógenos se mantenía bajo los escombros y los restos de bombas atiborraban los patios de varias viviendas.
“Esto es un mal necesario, hemos perdido el miedo y aunque estamos cansados no dejaremos la guarimba”.
Para otro muchacho que se mantiene bajo el anonimato, la protesta en ese sector no terminará hasta que ocurra un cambio de dirección en el Gobierno.
Denunciaron que en los tantos enfrentamientos, la Guardia Nacional los amenaza con que “van a tragar plomo”. Sin importar las advertencias, aseguraron que ni piensan retirar las barricadas, ni esperan abrir el paso en la avenida El Placer. “Esto es una resistencia civil, no somos terroristas”.
Ayer, en la avenida Argimiro Bracamonte, vecinos incendiaron cauchos y también improvisaron una barricada de escombros, que posteriormente fueron removidos por una contratista que ejecuta la reparación de un tanque en Residencias del Este.