No escampa

Mientras Maduro se empeña en declarar que la oposición se desangra, dice que los amansaremos, están derrotados, las protestas siguen en las calles, país paralizado. No hay clases en las universidades, crece el desabastecimiento, la Guardia Nacional y el Sebin equiparados a la Seguridad Nacional. Venezuela está en todos los escenarios internacionales.
La ONU y Ban Ki-moon piden juicio contra responsables de las agresiones. Amnistía Internacional demanda investigación imparcial. La Unión Europea pide al gobierno fin de la intolerancia. La SIP denuncia violación del ejercicio periodístico en Venezuela. 22 periodistas internacionales han sido robados por militares. Maduro insulta a la OEA y rompe relaciones con Panamá. Parlamentos de Chile, Estados Unidos y España condenan las represiones. El Papa aboga por la reconciliación. 52 organizaciones de los derechos humanos repudian las represiones. Relator de la ONU declara que no hay razón para que Leopoldo López esté preso. Bachelet y Mujica se ofrecen como mediadores, en tanto que Cristina Kirchner se pone al lado de Maduro. Se descartó la mediación de la OEA, pero ahora se acepta la de UNASUR.
La guinda de este helado amargo es la declaración de Lula Da Silva: “Venezuela está pasando por un período de turbulencia. Maduro se equivocó al no dialogar con la oposición”.
Las Conferencias de Paz que monta el gobierno se han convertido en un diálogo de sordos. El 98% de los invitados pertenecen al propio gobierno. Solo el tránsfuga de Hiram Gaviria se ha prestado a ese show, con el cálculo de que lo nombren ministro o le den una embajada. No puede haber un dialogo sincero mientras la Defensora del pueblo eufemísticamente pretenda establecer diferencias entre golpes y tortura. Cuando Maduro llama la MUD ha sentarse para conversar, pero le falta el respeto a Ledezma, habla en rueda de prensa de los muertos que se auto atribuye del gobierno e ignora los estudiantes asesinados y defiende a los tupamaros y los colectivos armados.
La economía venezolana está en el suelo. Sigue la escasez, amenazada la estabilidad laboral. Más préstamos a China y Rusia endeudan a Venezuela por $61 millardos. Aumentan gastos burocráticos del Ejecutivo en 255%. Maduro acepta fracaso de la Misión Vivienda, del desastre en los hospitales y en las empresas de Guayana. $ 2 millardos debe el Gobierno a las constructoras brasileñas. Se profundizan fallas del transporte de carga en todo el país. 77,9% de, la población siente crisis económica. Brecha entre el dólar oficial y paralelo es de 1200%. 10% de las tiendas de los centros comerciales están cerradas. No hubo gran turismo en carnaval. Sube a 174% las compras petroleras de Venezuela a Estados Unidos.
Con este panorama, las protestas continúan en casi todas las principales ciudades. Los estudiantes siguen en las calles. Las Academias Nacionales y la Iglesia condenan la represión del gobierno. Cada vez se escucha más “Renuncia Maduro, vete”. No escampa.