A Carlos Vargas, representante del Movimiento Estudiantil venezolano, y a Rosa Orozco, madre de Geraldine Moreno, una de las jóvenes caídas en las protestas en Valencia, les impidieron declarar a la prensa en la sede de la Organización de Estados Americanos.
“El señor Chaderton tiene un problema con nosotros. Venezuela está en caos, en Venezuela están matando a la gente”, exclamó la señora Orozco a los funcionarios de seguridad que evitaban la conferencia y que indicaban que para realizar una actividad de este tipo, el país al que pertenecían debía pedir permiso.
“De manera arbitraria nos están tratando de sacar de este recinto que fue dispuesto para esto. Nuestra causa y justa es noble, estamos siendo la voz de un pueblo con más de 30 personas asesinadas en seis semanascon 2.500 detenciones arbitrarias y heridos en seis semanas, le pido a ustedes y a la OEA que no nos silencien”, expresó Carlos Vargas, estudiante de la UCAB.