Decía San Agustín que “la verdad purifica y la vanidad mancha” y es algo que debía haber sabido de antemano Christopher Viatafa, víctima de un ataque absurdo de vanidad.
El hombre decidió googlearse, tecnicismo en forma de verbo reflexivo que viene a significar algo así como buscarse a uno mismo en Google, y se encontró con una sorpresa muy desagradable: descubrió que estaba en una lista de los «delincuentes más buscados del Norte de California».
Resulta que Viatafa había participado en un incidente en agosto del año pasado y se le buscaba por, presuntamente, disparar contra una vivienda habitada.
Los hechos se produjeron durante una fiesta privada en el San Leandro Senior Center, un centro de mayores. De repente, Chris empezó a discutir con otros asistentes al evento y el enfrentamiento se acaloró tanto que, según algunos testigos, “sacó una pistola semi-automática y disparó varias veces contra el suelo cerca de la gente”. Cuando se calmó, le echaron de la fiesta pero, una vez fuera del recinto, pegó unos cuantos tiros más.
Al parecer, sus disparos no provocaron lesiones, por lo que sólo se le achacaba el delito de asalto con arma de fuego. Sin embargo, verse en esa lista sobresaltó de forma especial al desdichado Viatafa, que, preso de los remordimientos aplicó la primera parte de la sentencia de San Agustín, “la verdad purifica”, y se entregó en la comisaría de policía de San Leandro.
“No tomó una decisión juiciosa y por eso fue incluido en nuestra lista de delincuentes más buscados, pero ahora sí ha actuado con buen juicio al ver su foto y entregarse”, aseguró el jefe de policía de San Leandro.