La detención de un ciudadano de origen chino, supuestamente implicado en la muerte de un capitán de la Guardia Nacional asesinado el domingo pasado, fue anunciada por el gobernador del estado Aragua, Tareck El Aissami.
El ex ministro del Interior afirmó que el hombre, a quien tachó de «mercenario», le allanaron su residencia donde supuestamente incautaron armas de guerra y bombas lacrimógenas, que serían usadas en el plan conspirativo que según el Gobierno estaría practicando en el país un sector de la oposición.
«Este señor usa una modalidad que es utilizada para el entrenamiento paramilitar, además le decomisamos un grupo importante de municiones de guerra y facsímiles de entrenamiento militar, es un mercenario, forma parte de una red», agregó.
Explosivos en Caracas
Por su parte, el jefe del CORE 5, Manuel Quevedo, informó sobre el supuesto hallazgo en un centro comercial ubicado en la urbanización Prados del Este, de material explosivo que sería usado para «conspirar» contra el Gobierno.
237 bombas molotov, 20 litros de gasolina, material explosivo, 800 «miguelitos», cuatro niples, aceite y medicinas para contrarrestar el efecto de las bombas lacrimógenas, fue el material «incautado», y parte de estos implementos fueron mostrados por el militar en una rueda de prensa.
Aseguró que estos artefactos serían usados por «los manifestantes» para generar violencia, a quienes acusó de cometer «actos criminales».
«Estamos tras la pista de los verdaderos responsables. Aquí había un plan montado para perjudicar a cuanta familia venezolana iba a transitar en las principales autopistas de Caracas», advirtió.