Las autoridades de Malasia investigaban el domingo a los pilotos del Boeing 777 que desapareció hace más de una semana una vez que determinaron que el aparato fue desviado por alguien que conocía la cabina y sabía cómo evitar la detección en vuelo por el espacio aéreo de Asia.
Información de satélite deja entrever que el avión voló al menos siete horas y media _más de seis horas después del último contacto por radio_ y que pudo alcanzar una región distante en el norte de Asia Central o en el sur del océano Indico.
Esta amplitud de las posibles rutas que pudo haber tomado el avión constituye un terrible desafío a los intentos para ubicar el aparato y recuperar las grabadoras con la información de vuelo que son vitales para resolver el misterio de lo ocurrido a bordo de la aeronave.
Debido a que si el aparato hubiera tomado una ruta hacia el norte habría tenido que cruzar países con intenso tránsito aéreo, una trayectoria hacia el sur aparece como mucho más probable.
El sur del océano Indico es una de las franjas de agua más remotas en el mundo, la tercera más profunda y tiene poca cobertura de radar. Se necesitarían meses para encontrar los restos del aparato _o más tiempo_ o simplemente nunca se ubicaría su localización.
Al parecer había algo de confusión el domingo ya que India, una de las 12 naciones que han aportado aviones y barcos a la búsqueda, anunció que la suspendía a la espera de que Malasia le confirme donde efectuar la operación.
El ministro interino de Transporte de Malasia dijo por Twitter que sostiene reuniones en las que se decidirá el «próximo curso de acción» tras la información conocida el sábado.
En la primera conclusión detallada sobre lo ocurrido al avión, el primer ministro Najib Razak dijo el sábado que alguien en el aparato interrumpió las comunicaciones y deliberadamente desvió el vuelo 370 por la península malaya después de que despegara de Kuala Lumpur con destino a Beijing (Pekín), en los primeros minutos del 8 de marzo.
Estas revelaciones ha suscitado interrogantes sobre las posibles fallas de las autoridades malasias, entre éstas que la fuerza aérea no tuviera conocimiento de que un avión de pasajeros volaba por el país.
También suscitó conjeturas sobre el o los responsables a bordo y su motivo para desviar el aparato, en el que viajaban 227 pasajeros y 12 integrantes de la tripulación.
Si los pilotos estuvieron implicados en la desaparición, ¿lo hacían conjuntamente o uno sólo, o con la colaboración de uno o más de los pasajeros o de los miembros de la tripulación?
¿Volaban el aparato bajo fuerte presión o por su propia voluntad? ¿Uno o más de los pasajeros irrumpieron en la cabina, amenazaron con utilizar la violencia para ingresar en ella y después pilotear el aparato?
Las autoridades malasias no descartan ninguna posibilidad y las respuestas a estas interrogantes tendrán que esperar hasta la recuperación de las grabadoras que contienen la información de vuelo