Dirigentes separatistas de Crimea anunciaban el domingo una participación récord en el referéndum sobre la adhesión de la península ucraniana a Rusia, al tiempo que se intensificaba la tensión en el este de Ucrania.
El referéndum, denunciado por Kiev y por Occidente, se desarrolla en presencia de tropas rusas que controlan la región desde hace dos semanas junto a milicias separatistas. Se espera una victoria masiva a favor de la anexión y la bandera rusa ondea ya en Sebastopol, que alberga la flota rusa en el Mar Negro desde hace más de 200 años.
El presidente ruso Vladimir Putin señaló en conversación telefónica con la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, que «respetará la elección de los habitantes de Crimea» y repitió que el referéndum respetaba el derecho internacional.
Cuatro horas antes del cierre de las oficinas electorales, las autoridades separatistas evaluaron la participación en 64%.
En Bajchisarai, la principal ciudad de la comunidad musulmana tártara de Crimea, cuyos líderes pidieron boicotear el referéndum, los periodistas de la AFP vieron que solo los ucranianos de origen ruso concurrían a votar con entusiasmo.