El gobierno de Estados Unidos instó este jueves al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a respetar los derechos humanos durante las protestas en su contra, que han dejado 28 muertos hasta el momento, mientras el Senado estudia sanciones económicas contra los presuntos represores de manifestantes.
«Tratamos de encontrar una forma de hacer que el gobierno de Maduro se comprometa con sus ciudadanos, que los trate con respeto, que cese esta campaña de terror contra su propio pueblo y que empiece, esperemos, a respetar los derechos humanos», dijo el secretario de Estado norteamericano, John Kerry.
En una audiencia en la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, el jefe de la diplomacia estadounidense reiteró su convicción de que la solución de la situación en Venezuela requiere algún tipo de participación de terceros actores internacionales.
«Pensamos que ha llegado el momento de que la Organización de Estados Americanos (OEA), los vecinos [de Venezuela] y los aliados y otras organizaciones internacionales se concentren apropiadamente en Venezuela», dijo Kerry.
Maduro rechazó días atrás la mediación de la OEA, pero dio su beneplácito a una comisión creada por Unasur que acompañará el diálogo entre el gobierno y la oposición a partir de abril.
El secretario estadounidense se presentó ante la comisión del Congreso para defender el proyecto de presupuesto de su cartera para el próximo año fiscal, pero fue sometido a un interrogatorio sobre otros temas.
En relación a Venezuela, Kerry dijo que su gobierno «no está apenas hablando sino también dando pasos concretos», y recordó que el vicepresidente Joe Biden se reunió en Chile con diversos interlocutores para tratar el tema.
El miércoles, al hablar ante otra comisión del Congreso, Kerry dijo que el gobierno de Washington estaría «preparado, de ser necesario, para invocar la Carta Democrática Interamericana de la OEA y activar seriamente (…) sanciones».
Desde hace más de un mes Venezuela es escenario de manifestaciones contra la criminalidad y la crisis económica del gobierno del presidente Nicolás Maduro, quien ha calificado las protestas como un «golpe de Estado en desarrollo» con apoyo de Washington.
La violencia generada en las protestas ha dejado 28 muertos, 365 heridos, 106 detenidos y 41 investigaciones por violación de derechos humanos por parte de los cuerpos policiales, según el último balance ofrecido este jueves por la fiscal general de Venezuela.
Sanciones y ayuda millonaria
Ante la situación en Venezuela, cuatro senadores estadounidenses -dos republicanos y dos demócratas- presentaron un proyecto de ley que prevé sanciones económicas contra autoridades venezolanas involucradas en violaciones de derechos humanos durante las protestas.
La legislación «para la Defensa de los Derechos Humanos y Sociedad Civil de Venezuela» instaría al presidente Barack Obama a ordenar el bloqueo de activos y negar visas a funcionarios venezolanos acusados de violencia contra manifestantes.
De acuerdo al documento, se ofrecería además una ayuda de 15 millones de dólares para organizaciones defensoras de la democracia y los derechos humanos, medios de comunicación y acceso a internet, así como activistas, periodistas y manifestantes.
«Dada la impunidad desbocada en Venezuela, no nos quedaremos de brazos cruzados de cara a las violaciones de derechos humanos», dijo el presidente del Comité de Asuntos Exteriores del Senado, el demócrata Robert Menéndez, principal promotor del texto.
Según Menéndez, la legislación «sirve como una fuerte advertencia a los miembros del gobierno, las fuerzas de seguridad venezolanas y grupos civiles armados implicados en la violencia».
«Estados Unidos no tolera este tipo de conducta y en consecuencia responderá para ayudar a fortalecer la sociedad civil venezolana, mientras se aplican sanciones específicas contra los individuos responsables», añadió.
Por su parte, el republicano Marco Rubio señaló que «es el momento de estar con el pueblo venezolano y aumentar la presión en el régimen de Maduro».
«Cero» relaciones
La crisis venezolana es observada a distancia por el jefe del Comando Sur estadounidense, John Kelly, que resaltó la ausencia de lazos militares entre ambos países.
«Tenemos cero relación militar. Es lo que ellos quieren (…) Así que solo estamos observando y esperando», afirmó el general en rueda de prensa.
Caracas y Washington, sin embajadores desde 2010, han intercambiado en las últimas semanas duros señalamientos en el marco de las protestas en Venezuela.
A pesar de ello, Estados Unidos sigue siendo el principal comprador de crudo de Venezuela, a la que vez los productos estadounidenses inundan el país sudamericano.