El número de muertos por la explosión y derrumbe de dos edificios en Nueva York subió el jueves a siete, tras el hallazgo de otro cuerpo entre los escombros, donde los socorristas continuaban las tareas de búsqueda.
La policía de Nueva York indicó por la mañana a la AFP que el nuevo saldo de la tragedia producida por un escape de gas en el Spanish Harlem, un histórico barrio de Manhattan de mayoría latina, es de «4 mujeres y 3 hombres muertos y 68 heridos».
Todavía hay un número no determinado de personas desaparecidas, agregó la policía. El miércoles por la noche, la alcaldía había hablado de 3 muertos y 9 desaparecidos. Desde entonces se hallaron cuatro cuerpos más.
Este jueves, unos 100 bomberos se encontraban aún en la intersección de la avenida Park y la calle 116, en el East Harlem, así como efectivos policiales y equipos de emergencias.
Dos de las cinco víctimas mortales serían mexicanos, según la secretaría de Relaciones Exteriores mexicana.
«Se registró el fallecimiento de dos personas de sexo femenino y se tiene conocimiento de una tercera persona de sexo masculino que se encuentra hospitalizado. Todos ellos bajo la presunción de ser nacionales mexicanos», indicó la cancillería mexicana en un comunicado.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, describió el hecho como «una tragedia de la peor clase».
La fuerte explosión provocó un estremecimiento como si se hubiera tratado de un terremoto que recordó a algunos el horror de los atentados del 11 de septiembre de 2001, contaron testigos a la AFP.
Un edificio tenía nueve apartamentos y el otro seis, precisó el alcalde en una conferencia de prensa cerca del lugar.
Entre los heridos había por los menos dos en estado crítico, según un balance de la AFP a través de información recogida en diferentes centros hospitalarios.
Un portavoz de la policía explicó a la AFP que la primera llamada de emergencia se recibió el miércoles a las 09H34 locales (13H34 GMT).
De su lado, la empresa de energía Con Edison dijo que recibió una alerta de posible fuga de gas a las 09H13 locales (13H13 GMT).
Entre medio se produjo la explosión, que no pudo ser evitada, según las autoridades.
Gran ansiedad
El alcalde De Blasio, al frente del ayuntamiento desde enero, destacó la «gran ansiedad» que se vive en estos momentos, pero indicó que se ponían «todos los esfuerzos» en encontrar a los desaparecidos.
Jay Virgo, de 30 años y que vive con su esposa frente a los edificios destruidos, contó a la AFP que se encontraba en la cama cuando la explosión la catapultó al suelo.
«Me levanté, me puse el abrigo y salí corriendo. En la calle vi a un par de personas tiradas en el suelo. Había pedazos de vidrio por todos lados, grandes pedazos de vidrio. Era una locura», señaló.
Su esposa, Jazzmen Arzuaga, también de 30 años, indicó que se encontraba en el trabajo cuando Virgo la llamó para contarle lo ocurrido.
«Me llamó y me dijo ‘Dios, tienes que venir a casa inmediatamente, es como la Segunda Guerra Mundial. Hay gente muriendo, hubo una explosión’. Yo salí corriendo», afirmó Arzuaga.
Otro testigo, Robert Santiago, aseguró a la cadena CBS que también estaba durmiendo cuando de pronto la explosión sacudió su cama.
«Olía muy mal», dijo. «Pensé que se acababa el mundo, que se trataba de un terremoto o de algo parecido. Terrible», señaló.
Los servicios de trenes entre Metro-North y la terminal Grand Central de Manhattan, suspendido por el incidente, se reanudaron varias horas después.
La ciudad de Nueva York es muy sensible a este tipo de explosiones desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas del World Trade Center que dejaron 3.000 muertos.