Los jugadores de los Tigres arriban al parque alrededor de las 8 de la mañana. Apenas ingresan al clubhouse y mientras se cambian de vestimenta para colocarse sus uniformes y salir juntos al terreno a sus prácticas y rutinas, la conversación es la misma a diario.
«¿Viste lo que pasó ayer en Valencia?» , «¿Te pasaron el video de la tanqueta?», «¿Leíste el tuit de fulano?» son las preguntas que inundan los casilleros.
Cabrera y el contingente de venezolanos en el vestidor discuten todos los días las graves noticias que les llegan de su país que se mantiene sumido en una profunda crisis político-social. El grupo de peloteros por iniciativa propia decidió hacer una fotografía con mensajes de apoyo a las manifestaciones para enviarla a través de las redes sociales, acción que el gobierno venezolano tildó como un plan orquestado por presiones de los dueños de Grandes Ligas, versión que recibió réplicas de firmeza por parte de los peloteros, incluyendo a Cabrera.
«Quisiéramos estar ahí para apoyar al pueblo, pero por los momentos el mejor apoyo que podemos dar es seguir dando nuestro esfuerzo en el terreno y seguir dejando en alto el nombre del país».
Su mensaje es claro y directo: «Debemos llenar de aliento a los estudiantes y darles ese apoyo en esta dura situación. Estamos en una situación donde no debemos pelear por un partido político sino por Venezuela».