Tanto funcionarios como grupos armados se están metiendo a las urbanizaciones y algunos colectivos amedrentan a las personas, situación que va llevando a una escalada de la violencia. De no detenerse, se está a un paso de una guerra civil, explicó Nelly Cuenca de Ramírez, presidenta del Centro de Resolución de Conflictos.
“La palabra bien dicha puede contribuir con la construcción de la paz, mientras la palabra mal dicha representa gasolina”, destacó con respecto a las manifestaciones.
La especialista en resolución de conflictos explica que apoyan que el Gobierno se haya sensibilizado, pero mientras las conferencias por la paz se hagan dentro de sus espacios no habrá confianza, Deben tener lugar en un espacio neutral, además de ser dirigida por expertos en resolución de conflictos, porque no va a dar resultados si quien la conduce es una de las partes en conflicto, esto lo condena a que no todas las partes actúen.
Cree que debe ser el Foro Mundial de Mediación, con representación en 77 países, el mediador ante esta situación.
Cuenca de Ramírez indicó que el 18 de febrero del 2003, el presidente Hugo Chávez firmó con la oposición una Declaración contra la Violencia, por la Paz y la Democracia, que le parece propicio que se cumpla ahora.
El Centro de Resolución de Conflictos propone acompañar a víctimas y familiares de la violencia para que se haga justicia. El Gobierno, por su parte, evitar que las fuerzas armadas actúen contra la población civil.
Poder Judicial parcializado
Enrique Romero, presidente del Colegio de Abogados del estado Lara, aseguró que están comprometidos con el diálogo y la paz a través de la justicia, pero que no pueden negar que el sistema judicial está caduco y no da las respuestas que la sociedad venezolana necesita.
“Se ha empeñado en ser un sistema político, sólo para una parte de la sociedad”, destacó Romero.
Indicó que no están de acuerdo con las guarimbas, pero entienden que es un reflejo de lo que se siente. Alertó que a las personas las detienen y torturan, por lo cual hizo un llamado a sus colegas jueces y fiscales para que respeten los procedimientos y no sigan órdenes de Caracas o de mandatarios. “La justicia que hoy se niegan a imponer, más tarde los va a alcanzar”.