Desde las cuatro de la tarde de este domingo, se concentraron estudiantes y sociedad civil, en la plazoleta de la iglesia Coromoto, en la avenida Libertador con Morán, en la ciudad de Barquisimeto.
Fueron llegando poco a poco las personas que asistieron a esta convocatoria, que hicieran los estudiantes, con la intención de unirse en oración por la paz, por sus compañeros estudiantes privados de la libertad y los caídos desde las manifestaciones que se vienen realizando desde el 12 de febrero del año en curso.
Pasada las cinco de la tarde, comenzó la homilía oficiada por monseñor Diego Alvarado, con una iglesia repleta de feligresía, por lo cual muchos de ellos tuvieron que quedarse parados, ya que ni las bancas ni el templo fueron suficientes para albergar a todos los presentes, y hasta se situaron en las puertas de la iglesia para poder escuchar la misa.
Con cánticos religiosos en la voz de seis miembros del coro parroquial Los Peregrinos, se inició la homilía, que posteriormente contó con la participación de tres estudiantes, quienes leyeron la primera y segunda lectura y el salmo responsorial.
De manera muy sentida, monseñor expresó que muchas personas se habían acercado para recibir la cruz en su frente, este Miércoles de Ceniza, y preguntó: “¿Por qué tanta ceniza en nuestro país? ¿Cuantos años tenemos llenos de ceniza? No salimos de una cuaresma, se estancó el tiempo en Venezuela. Vive un eterno Viernes Santo, cuándo vendrá la Pascua”.
Señaló que desde este primer domingo de cuaresma la feligresía debe renovar su fe y prepararse para la pascua. Expresó que las personas debían unirse en oración para conseguir la paz y la fe que se ha perdido en el país.
El párroco manifestó en la oración principal, que es necesario recordar que “esta lucha no es contra la carne; es contra el mal que busca destruirnos y hacernos perder la paz en Venezuela”.
Añadió que los venezolanos deben acercarse a Dios, rezarle a Dios, con frecuencia y renovar su fe en Él. “Ojalá que en este tiempo que estamos viviendo, escuchemos la historia de Dios y renovemos la fuerza espiritual para vencer al mal”.
Señaló que Dios ha inspirado a los héroes de todos los tiempos y que Él es es el único que se debe adorar. Él es el único supremo y eterno.
Además expresó que todas las personas deben recordar que no se puede someter a Dios a sus caprichos, que se debe seguir la voluntad de Cristo y obedecer a la voluntad del padre.
“Debemos combatir el mal con armas espirituales”. Monseñor dijo que es necesario ser humilde, favoreciendo a los más necesitados, y esa misma humildad darle calma al soberbio, porque Cristo siempre dio ejemplos de humildad y ayuda a los más desposeídos.
Insistió en el poder de la oración e indicó que Suecia se había salvado de un comunismo, gracias a la oración que hicieron miles de personas que se unieron, para rezar el santo rosario.
“Queremos que Dios ayude a Venezuela. Rezemos el rosario a nuestra Virgen y a nuestro Señor Jesuscristo”.
De pie, aplaudió la feligresía emocionada las palabras de monseñor.
Se elevaron plegarias por los seres que habitan este mundo, muy especialmente por los que sufren de hambre, los pobres de espirítu y por todas las personas que se encuentran padeciendo en este momento, en nuestro país, por la paz y la justicia para todos los hombres.
Las emotivas palabras del párroco de la iglesia Coromoto, tocaron la emoción de los asistentes, quienes expresaron sentirse conmovidos y además reforzada su fe y esperanza en la misericordia de Dios.
Monseñor leyó una oración escrita por un joven que estuvo privado de su libertad durante veinte años, por la dictadura comunista.
Al finalizar la misa, se elevaron peticiones por la paz de nuestro país, por la misericordia de Dios, para la protección y la liberación de todo mal de nuestra patria Venezuela.