En pleno siglo 21 no es posible adaptar el concepto tarjeta de racionamiento a la realidad venezolana, sostiene el profesor Pedro Pablo Alcántara, dirigente nacional de Un Nuevo Tiempo.
Esa experiencia fue aplicada por el gobierno de Fidel Castro al pueblo cubano, a partir de 1960.
Y se explicaba por la precariedad de naturaleza tecnológica que había en aquel momento en la isla caribeña.
Pero, hoy, cuando la evolución de la electrónica permite que la acumulación de información de datas pueda ser manejado por bancos, llevan a una nueva modalidad que arrancó con el programa del chip, aplicado tanto en el Táchira (en el caso de la venta de la gasolina) como en el Zulia (para la adquisición de alimentos).
Esta es la modalidad que el Gobierno va a desarrollar, según los anuncios que han venido haciendo funcionarios del Ejecutivo Nacional, aunque no han indicado cuándo se comenzaría a aplicar esta nueva práctica.
Pero, en síntesis lo que va a ocurrir es que serán entregadas tarjetas a los compradores que aparecen en la data de Mercal y de Pdval, para que tengan acceso a pagar alimentos, que van a ser subsidiados por el Ejecutivo Nacional en esta red de abastecimiento.
De modo, pues, que ahora no podemos hablar de tarjetas de racionamiento sino de racionamiento con tarjetas electrónicas.
Este sería el concepto que el gobierno aplicaría y estaría disponible en este sistema mixto de banca estatal y data de Mercal, Pdval y otros comisariatos que el Ejecutivo Nacional está financiando, generalmente, con alimentos importados.
-¿Esa medida no violenta la Constitución, tomando en consideración que habría discriminación en la venta de productos de primera necesidad para las personas que no aparezcan en esas datas?
-Eso violenta principios fundamentales de naturaleza constitucional; pero, más grave aún, que tienen aplicación directa en el término de los derechos humanos.
Porque el derecho a la vida, del cual es un derivado el derecho a la alimentación, debe ser para todos los ciudadanos.
Lo que se ha hecho en el mundo desarrollado cuando se han aplicado políticas sociales compensatorias, explica Alcántara, es que ha habido identificación de las personas que se incorporan a esos programas, mediante estudios de naturaleza técnica, que permitan identificar a los posibles ususarios de esa modalidad.
Pero, no como política de un Gobierno que ha demostrado en la práctica una vocación por el apartheid y una vocación por la discriminación, como han sido el gobierno de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, sino que son programas destinados, sin contraprestación partidista, a los ciudadanos que tienen escasas posibilidades de acceso a los bienes de consumo, especialmente alimentos y medicinas.
El programa Hambre Cero, que fue llevado adelante por la administración de Lula, en Brasil, con antecedentes en el gobierno de Fernando Henrique Cardozo, fue hecho en función de estudios técnicos por parte de instituciones especializadas con auxilio de universidades y de centros tecnológicos, para identificar los segmentos de pobreza crítica y atenderlos de manera tal que la política es del Estado democrático.
En el caso venezolano, los programas que se han desarrollado con el auxilio del Fondo Chino para regalar o vender a precio subsidiado neveras, televisores, secadores de pelo, lavadoras y otros bienes, están destinados a un nicho de la población que tiene identidad con los predicados del gobierno de los 15 años.
En consecuencia, es una nueva política con un sesgo partidista, financiada con dineros públicos, que pertenecen a todos los venezolanos.
Esa forma de beneficiar a determinadas personas, claramente, es violatoria de los derechos de igualdad, a la vida, a la alimentación, que tienen todos los ciudadanos del país.
Anuncio de Maduro
El presidente Nicolás Maduro adelantó algunos detalles de la tarjeta electrónica que, según dijo, le hará la guerra a la especulación y el acaparamiento. «Voy a lanzar un nuevo sistema con un conjunto de componentes para que fortalezcan a la familia que va a abastecerse en las redes de mercados gubernamentales», dijo el mandatario desde la Plaza Bolívar de Caracas el pasado sábado.
Además, adelantó que el sistema es una tarjeta bancaria electrónica “para garantizarle a ustedes la satisfacción de todas las necesidades de las familias que trabajan, que permita acabar con los especuladores y bachaqueros… vamos a sacar ofertas especiales de abastecimiento con precios especiales para el pueblo en materia de alimentos, línea blanca”. La especulación, agregó, se va a acabar con la Ley de Precios Justos y con el nuevo sistema digitalizado de abastecimiento seguro.
