Lo que se planteó en un principio como una protesta pacífica en las inmediaciones del Decanato de Ciencias de la Salud de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, desembocó en un violento enfrentamiento entre funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana que acudieron a repeler la manifestación, contra estudiantes que al verse reprimidos intentaron defenderse e impedir el paso de los efectivos militares a la casa de estudios.
Durante una asamblea estudiantil realizada en horas de la mañana, los jóvenes decidieron desarrollar una manifestación pacífica en la avenida Libertador, junto a la entrada del campus. “La idea era trancar un solo canal, a fin de poder expresarnos sin interrumpir totalmente la circulación”, indicó el presidente del Centro de Estudiantes del Decanato.
“Al momento de salir a la calle, nos encontramos con una tanqueta y un fuerte contingente de guardias nacionales, quienes nos reprimieron con gases lacrimógenos e intentaron ingresar a la institución. Naturalmente, nosotros nos defendimos como pudimos, a fin de impedir que los militares entraran a la universidad”, añadió el dirigente estudiantil.
Desde afuera, los funcionarios les gritaban a los estudiantes por el altavoz de una tanqueta: “Tenemos filmados sus actos vandálicos y a todos ustedes identificados. Cuando salgan de allí, tendrán que atenerse a las consecuencias”.
Relatan vecinos de la urbanización La Concordia, ubicada al otro costado de la avenida Libertador, que dos transeúntes que pasaban por el lugar y no estaban involucrados en la manifestación, fueron aprehendidos por la GNB e introducidos en la tanqueta.
Mientras tanto, los estudiantes permanecían dentro del Decanato resistiendo los embates de los efectivos militares. “Los gases que utilizaron eran muy fuertes, más de lo normal. Además, trataron de forzar con la tanqueta el portón de la universidad”, comentó un estudiante.
“Nosotros sencillamente nos defendimos de una agresión desproporcionada por parte de los militares. No podemos permitir que entren, por cuanto eso viola la autonomía universitaria”, destacó.
La tensión se incrementó cerca de las 12 y 30 del mediodía, cuando la Guardia Nacional Bolivariana intentó ingresar al recinto por el acceso posterior, ubicado entre la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda y el Pediátrico Agustín Zubillaga. Desde ese punto, se disponían a disparar gases lacrimógenos con la intención de acorralar a los manifestantes.
No obstante, los médicos, enfermeros y demás personal del Hospital Pediátrico acudieron al sitio a objeto de impedir que los militares accionaran sus armas, alegando que en el lugar se encontraban personas enfermas, principalmente niños, y la sustancia lacrimógena podía resultar perjudicial para la salud de los pacientes.
Cerca de la una de la tarde resultó herido un estudiante de quinto año de Medicina, por el impacto de una bomba lacrimógena en la rótula izquierda. A las dos de la tarde, fue alcanzado por un perdigón en el abdomen,un estudiante del sexto semestre de Ingeniería Metalúrgica de la Unexpo.
Pese a la crítica situación, el tráfico en la avenida Libertador fue restituido en ambos sentidos después del mediodía. Sin embargo, continuaban las detonaciones y los gases lacrimógenos en el ambiente, afectando al Hospital Central, el Pediátrico y la urbanización La Concordia.