Luego de un mes de protestas en varias ciudades del país, todavía se vive la violencia en las calles, con saldos lamentables como el asesinato de un Guardia Nacional y un ciudadano en Los Ruices, así como la muerte de varios estudiantes en los días del conflicto, en lo que se denuncia ha sido una escalada represiva.
A Roberto Briceño León, presidente del Observatorio Venezolano de la Violencia, le preocupa la violencia por parte de los cuerpos de seguridad del Estado, policías y militares, para reprimir manifestaciones.
“Lo que cambia ahora es una acción de violencia del Estado, que intenta reprimir a los que piensan distinto. Lo singular de esta situación, es que se trata de un Estado que por años no ha actuado frente al delito y no ha protegido a la población”, dijo.
La nueva estrategia aplicada por el Gobierno, considera León, habría exacerbado la protesta, ya que lo que pudo haber sido el simple ejercicio de un derecho ciudadano, el estar en desacuerdo, se haya visto sistemáticamente agredido por un gobierno nervioso que ha sobrerreaccionado.
De allí a que la respuesta gubernamental sea una expresión de miedo ante la pérdida del “caramelo de la renta petrolera” y los beneficios que trajo al Gobierno, lo cual fue bien sorteado con estrategias como “el dakazo” para la venta de electrodomésticos a bajo precio en diciembre pasado, pero tuvo un efecto de corto plazo.
También la violencia se debería a una incapacidad para reemplazar la autoridad de una figura como la de Hugo Chávez, imagen que no ha podido transmitir el presidente Nicolás Maduro, por lo cual se recurre a la “mano dura”.
Deslegitimación de la FAN
Para Rocío San Miguel, especialista en temas militares, el uso de la Fuerza Armada Nacional en acciones represivas continúa un proceso de desprestigio que comenzó con la partidización de sus altos oficiales.
“Con lo que ha ocurrido en el país, y sigue ocurriendo, creo que se avanza claramente en un proceso de deslegitimación frente al pueblo venezolano”, expuso.
Este proceso abrazaría a todos los componentes de la FAN, aunque sólo se haya usado a la GNB, ya que el ciudadano común ve que si la institución militar permite la violencia, está siendo cómplice de los abusos e ilegalidades cometidas así sea por un solo componente.